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domingo, 27 de julio de 2014

HABITANTES DEL DONBASS: RESISTENCIA HASTA LA MUERTE


domingo, 27 de julio de 2014

En la primavera de 1943 en Volinia, ocupada por las tropas alemanas comenzó una limpieza étnica a gran escala. No la realziaron los nazis sino militantes nacionalistas ucranianos que buscaban "purificar" el territorio de la población polaca de Volhynia.Rodearon aldeas y colonias y, a continuación, procedieron a asesinar. mujeres, ancianos, niños, bebés. Las víctimas fueron baleadas, golpeadas con palos, hachas y cortadas en pedazos.






Por cierto, ha sido hecho prisionero uno de los asesinos de la masacre de Odessa. Estaba enrolado en la Guardia Nacionalsocialista ucraniana que combate en Luganks.

LA " SOLUCIÓN" PARA GAZA


En 2014 igual que en 1948: ¿una segunda Nakba?


La ola de violencia impune contra la población de Gaza exacerba los apetitos de las diferentes facciones israelíes. El vicepresidente del parlamento israelí y rival de Netanyahu en el seno del Likud, Moshe Feiglin, propone expulsar de una vez a toda la población de Gaza (1,5 millones de personas), territorio que el «Estado judío» anexaría de inmediato. Según Ahmed Abul Gheit, ex ministro egipcio de Exteriores, Estados Unidos organizó en 2011 la caída de Hosni Mubarak precisamente porque este último se oponía a la solicitud de Washington de desplazar la población de Gaza para el Sinaí.
 
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Moshe Feiglin, vicepresidente del parlamento israelí y miembro del Likud.
A la sombra del secretario de Estado John Kerry, el secretario general de la ONU Ban Ki-moon, altamente agradecido ante el «compromiso dinámico» del jefe de la diplomacia estadounidense, está buscando en Jerusalén la manera de «poner fin a la crisis de Gaza». Pero Ban Ki-moon parece ignorar que existe alguien que ya encontró esa solución. El vicepresidente del parlamento de Israel, Moshe Feiglin, ha presentado, en efecto, un plan para «una solución en Gaza» [1].

Ese plan se compone de 7 fases:

1) El ultimátum, impuesto a la «población enemiga» a la que se intima a abandonar las áreas donde se encuentran los combatientes del Hamas «trasladándose al Sinaí, no lejos de Gaza».

2) El ataque, desencadenado por las fuerzas armadas de Israel «en toda Gaza con el máximo de fuerza (y no con una parte minúscula de esa fuerza)» contra todos los objetivos militares y la infraestructura «sin consideración alguna por los escudos humanos y daños al medio ambiente».

3) El asedio, simultáneo con el ataque, para que «nada pueda entrar en Gaza ni salir de Gaza».

4) La defensa, para «golpear con plena fuerza y sin consideración por los escudos humanos» cualquier lugar de donde haya partido un ataque contra Israel o contra sus fuerzas armadas.

5) La conquista, emprendida por las fuerzas armadas israelíes, que «acabarán con todos los enemigos armados en Gaza» y «tratarán conforme al derecho internacional a la población enemiga que no haya cometido fechorías y que se haya separado de los terroristas armados, [población] que será autorizada a abandonar Gaza».

7) La soberanía, sobre Gaza, «que se convertirá para siempre en parte de Israel y será poblada por judíos», contribuyendo así a «aliviar la crisis de alojamiento en Israel». A los habitantes árabes, quienes «según los sondeos en su mayoría quieren abandonar Gaza», se les ofrecerá «una generosa ayuda para la emigración internacional», ayuda que sin embargo se concederá solamente a «aquellos que no estén implicados en actividades antiisraelíes». Los árabes que opten por quedarse en Gaza recibirán un permiso de estancia en Israel y, después de cierto número de años, «los que acepten la dominación, las reglas y el modo de vida del Estado judío en su propia tierra» podrán convertirse en ciudadanos israelíes.

Ese plan no sale de la mente de un simple fanático sino del cerebro de un político que está obteniendo un creciente consenso en Israel. Moshe Feiglin es el jefe de Manhigut Yehudit (en español, «Liderazgo judío»), la facción más grande en el seno del Comité Central del Likud, o sea el partido en el poder. En 2012, durante la elección de la dirección del Likud, Moshe Feiglin hizo campaña en contra de Benyamin Netanyahu y obtuvo un 23% de los votos. Su ascenso ha sido continuo desde aquel momento, tanto que en julio de 2014 agregó a su cargo de vicepresidente del parlamento israelí el de miembro de la influyente Comisión de Relaciones Exteriores y de Defensa.

Si se analiza el plan que Feiglin está promoviendo activamente, tanto en Israel como en el extranjero (principalmente en Estados Unidos y Canadá), puede comprobarse que la actual operación contra la franja de Gaza incluye casi íntegramente las 4 primeras de las 7 fases previstas.

Visto desde esa perspectiva se percibe además que el verdadero objetivo de la retirada de los colonos israelíes de la región de Gaza –en 2005– no era otro que dejar el campo libre a las fuerzas armadas de Israel para la posterior realización de la operación «Plomo fundido» –en 2008/2009.

También se percibe que la actual operación «Margen protector» no es una simple respuesta a una acción anterior sino que, al igual que las operaciones anteriores, forma parte de un plan preciso, respaldado al menos por una parte consistente del Likud y tendiente a ocupar de manera permanente la franja de Gaza y a colonizarla expulsando de allí la población palestina. Y Feiglin seguramente ya tiene listo también el plan para «una solución en Cisjordania».
Fuente
Il Manifesto

EFECTOS DE LA MOVILIZACIÓN FORZOSA DEL DICTADOR POROSHENKO

sábado, 26 de julio de 2014

Vuelven las deserciones al ejército ucraniano.

Más de 40 soldados ucranianos han dejado sus unidades y han pasado a territorio de Rusia,  dijo el portavoz del departamento fronterizo ruso para la región de Rostov, Vassily Malayev.

"Alrededor de 41 soldados ucranianos han dejado sus unidades y  se presentaron en el puesto de control de Izvarino".

"Pidieron a la milicia que les dejaran pasar hacia Rusia porque no deseaban luchar en una guerra contra su propio pueblo", añadió.

ITAR-TASS

TREGUA POR 24 HORAS MÁS A PEDIDO DE LA ONU PARA INTENSIFICAR LA RECUPERACIÓN DE CADÁVERES Y PERSONAS HERIDAS EN LA FRANJA DE GAZA

27.07.2014

A pesar del "cese el fuego humanitario", las fuerzas israelíes de ocupación no han permitido evacuar a heridos ni muertos de Khuza'a. Es tal la devastación de la Franja de Gaza que las horas acordadas previamente no han sido suficientes para recuperar los cadáveres de las personas asesinadas que yacen bajo los escombros.
Tampoco se han podido trasladar a las personas heridas que son cientos para darles asistencia médica, lo cual es casi imposible debido a que los hospitales y centros de salud han sido bombardeados. Faltan medicinas e insumos médicos. La situación es desesperante y de catástrofe humanitaria.
Fuentes médicas palestinas citadas por la agencia Maan han advertido de que el Ejército israelí bombardeó Gaza hasta dos minutos antes de la entrada en vigor de la tregua. En uno de los últimos ataques, ocurrido en Jan Yunis, perdieron la vida 20 miembros de una misma familia.
El número de civiles palestinos asesinados por Israel desde el inicio de esta operación asciende a 1032, el de heridos a 5840. Por otra parte, Info Libre informó que Israel reconoce que los asesinos de los jóvenes israelíes no actuaban bajo las órdenes de Hamás. Es decir, que los palestinos que acabaron con la vida de tres colonos israelíes en un acto que detonó la actual operación militar de Israel en Gaza formaban parte de una célula afiliada al movimiento islamista Hamás pero que no operaba bajo las órdenes de la cúpula, según ha declarado el portavoz de la Policía israelí, Micky Rosenfeld, a la cadena BBC. De acuerdo con un corresponsal de la cadena británica, el portavoz explicó que, de haber ordenado Hamás el secuestro a una de sus células, probablemente Israel lo habría sabido con antelación. Sin embargo, grupos "solitarios" son más difíciles de rastrear.



Al volver las familias a las viviendas devastadas encuentran centenares de cadáveres y personas heridas. El número de personas civiles palestinas asesinadas por Israel desde el inicio de esta operación asciende a 1032, el de heridos a 5840. Se acuerda ampliar la tregua por 6 horas más.
Esto es Gaza hoy, esta es la destruccion del sionismo asesino que arremete con edificios pero lo mas importante contra seres humanos ante la complacencia mundial.



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La actual ofensiva israelí en la franja de Gaza, iniciada el pasado 8 de julio, ha este viernes 29 personas y más de 200 heridos, dijeron hoy fuentes médicas palestinas. Según el portavoz del Ministerio de Sanidad en Gaza, Ashraf al Qedra, los bombardeos de la aviación militar y de la artillería de Israel en el norte, centro y sur de Gaza han causado 29 víctimas mortales hasta primera hora de la tarde y alrededor de 200 heridos.  La misma fuente elevó a 828 la cifra total de fallecidos y 5.300 los heridos en 18 días de operación.
"La mayoría de las víctimas son civiles, incluidos mujeres y niños", agregó el portavoz.

Gaza: Hospital de Beit Hanoun bajo ataque, 64 palestinos y 2 suecos atrapados dentro

Palsolidarity Spain

A las 19:00 hora local, el Hospital Beit Hanoun recibió un impacto de un obús autopropulsado. Dentro del hospital hay 61 personas de personal médico, civiles, 3 pacientes y dos voluntarios de ISM (International Solidarity Movement), Charlie Andreasson y Fred Ekblad, ambos de Suecia. Todos ellos están atrapados dentro.
Los soldados israelíes están en el área, aproximadamente 150 metros detrás del hospital. Se pueden oír los disparos en las inmediaciones.
El movimiento ISM urge a la sociedad internacional a llamar a sus representantes y demandar que cumplan con su obligación de asegurar que Israel se adhiere al derecho internacional y cese el fuego de inmediatio sobre instalaciones y personal médico.
Contexto: Equipos médicos bajo fuego
Voluntarios internacionales, incluyendo algunos de Suecia, EE.UU. y el Reino Unido, fueron a Beit Hanoun en Gaza Norte para acompañar ambulancias después de que una de ellas fuese el objetivo de las fuerzas isralíes. El ataque israelí sobre la ambulancia mató a un paramédico e hirió de gravedad a otro.
Éste es el segundo ataque israelí sobre instalaciones y personal médico gazatí en las últimas 24 horas. El primero resultó en la destrucción del hospital infantil Al Durrah en la Ciudad de Gaza anoche. Un niño de dos años en la Unidad de Cuidados Intensivos murió y otros 30 fueron heridos.
Debido al bombardeo en las inmediaciones, el hospital Beit Hanoun a evacuado gran parte de sus pacientes al hospital al-Shifa. Tres pacientes aún están en el hospital.
Desde que Israel comenzó el ataque, 13 ambulancias han sido completamente destruidas y dos paramédicos han muerto. A lo largo de la masacre, instalaciones y personal médico han sido objetivos reiteradamente.
“Los ataques de Israel sobre los hospitales de Gaza continuan, con aquellos que están cerca del muro de separación obligados a evacuar a sus pacientes. Los paramédicos y personal de rescate hacen lo que pueden bajo condiciones de mucho riesgo” comentó Joe Catron, activista estadounidense de International Solidarity Movement.
Según el Ministerio de Salud en Gaza, seis de los trece hospitales de Gaza ya han sido severamente dañados. Uno de ellos, hospital de rehabilitación el-Wafa, ha sido completamente destruido. Dos clínicas han sido completamente destruidas, otras siete han sido dañados, 13 trabajadores del personal médico heridos y cinco han muerto.
El Ministerio de Salud de Gaza ha demandado “el cese inmediato de los ataques por parte de las fuerzas militares de ocupación israelí contra las instalaciones y personal médico en Gaza, y solicitamos que la comunidad internacional condene rotundamente ésta última atrocidad israelí y que la responsabilidad por estos crímenes de guerra recaiga sobre Israel.”
Para más información:
+972597406401 Ally Cohen (coordinadora de comunicación ISM, basada en Cisjordania)
+972592224699 (ISM) Joseph Catron, EE.UU. (Inglés)
+972595209679 (ISM) Fred Ekblad, Suecia (Sueco/Inglés) @FredEkblad
+972598345327 (ISM) Charlie Andreasson, Suecia (Sueco/Inglés)

LA REPUESTA A LA MATANZA SIONISTA DEMUESTRA QUE LA INEFICACIA DE LA IZQUIERDA ES PROFUNDA

L


Lo que sigue no es ni pesimismo histórico, ni cansancio militante, ni desidia acumulada, ni mucho menos prácticas ninistas, solo necesidad de aportar en la eficacia de la lucha, en una época nueva que el capitalismo inauguró con su auto atentado del 11-S. La represión posterior habida sin apenas obstáculos, la destrucción de Iraq, de Libia, de Siria (aquí, es cierto, con una respuesta heroica del pueblo sirio), de Ucrania (con la respuesta antifascista en el Este del país), de Gaza…, junto a la instauración de una crisis económica que ha rebajado de un modo espectacular la calidad de vida de millones de personas y condenado al hambre a buena parte de la humanidad, son argumentos suficientes para que desde la izquierda nos planteemos la eficacia de los métodos de lucha tradicionales.

 Porque puede que estemos asistiendo al fin de algunos de ellos y descubramos que tenemos herramientas demasiado viejas para afrontar ataques destructivos de tamaña envergadura. El ejemplo de lo que ocurre estos días en Gaza, donde el ejército sionista en unos días ha matado a más de mil personas (centenares de ellos niños) con una impunidad avasallante, demuestra que muchas prácticas clásicas son obsoletas y apenas sirven para sacar la sonrisa altiva de los Obama-Netanyahu que en el mundo son.

Es decir, por duro que parezca, los bombardeos fascistas ya no son posibles pararlos con manifiestos de indignación firmados por cada vez menos intelectuales, ni con concentraciones ante las embajadas israelíes por muy numerosas que sean, ni con intervenciones de nuestro diputado más combativo arremetiendo contra el fascismo de un modo contundente, ni colgando videos y fotos en Facebook para que se tome conciencia de las consecuencias de la masacre, ni con artículos sesudos (casi idénticos a los realizados en el último bombardeo de hace unos años en Sabra y Chatila ) que webs y blogs solidarias publican sin pausa, ni con análisis empíricos-psiquiátricos del estado mental de los dirigentes israelíes, ni con una declaración en la ONU que acaba bloqueando con su veto el gobierno de EE.UU, ni promocionando el gandhismo, esto es, que la guerras son malas en sí y no traen nada bueno para ver si alguna vez puede calar la idea en la conciencia de los generales sionistas y dejan de matarnos.

Queda siempre el consuelo de que nada de eso nos garantiza la victoria pero que la suma de todo ello nos acerca, hace posible que paremos el fascismo, que todo es importante y acumula aunque parezcan apenas gotas en el desierto. Pero admitamos que para cambiar, lo que se dice echar a los responsables del exterminio y no solo del gobierno, hace falta más. Revisar los métodos de lucha, nuestras praxis para hacernos con una herramienta revolucionaria no es ser ni revisionista ni pesimista, es la búsqueda de la eficacia para darle al enemigo donde le duela de veras.

Jorge López Ave

¿ POR QUÉ LOS GOBIERNOS OCCIDENTALES NO SE SOLIDARIZAN CON EL PUEBLO PALESTINO ?.

 ¿Por qué los gobiernos occidentales no se solidarizan con el pueblo palestino?   RAFAEL NARBONA
Al igual que los argelinos que luchaban contra Francia por su independencia, los palestinos solo disponen de su coraje para evitar su desaparición como pueblo. Indudablemente, todos somos culpables del genocidio que se está cometiendo ante nuestros ojos...

Mientras Israel extermina a hombres, mujeres y niños en la Franja de Gaza, invocando su derecho a garantizar su seguridad, Estados Unidos y la UE contemplan la matanza con indiferencia, limitándose –en el mejor de los casos- a esbozar tímidas objeciones. Al margen de las cuestiones energéticas y geoestratégicas, nadie quiere proporcionar argumentos que permitan lanzar la temida acusación de antisemitismo. Los niños palestinos mueren carbonizados, mutilados o agujereados porque Israel quiere explotar los yacimientos de gas situados en las aguas territoriales de Gaza y porque existe una inequívoca voluntad de forzar una segunda Nakbao emigración forzosa, semejante a la de 1948, que expulsó de sus hogares a casi un millón de palestinos. No es una exageración hablar de genocidio o limpieza étnica. Israel sigue los pasos de Estados Unidos, que aplicó el mismo procedimiento con los pueblos nativos americanos. Los pueblos nativos americanos son en realidad las primeras naciones de un continente diezmado por el colonialismo europeo, pero en la actualidad sobreviven en reservas, sin la posibilidad de constituir un gobierno que refleje su identidad cultural. Sus derechos se extinguen en el humillante fidecomiso de sus propias tierras en calidad de gestores y administradores. Israel ni siquiera reconoce a los palestinos como pueblo, pues estima que solo son árabes, población hostil e incompatible con el proyecto de recuperar algún día las fronteras del Antiguo Testamento.
LA PASIVIDAD DE EUROPA Y ESTADOS UNIDOS ANTE LA SHOAH
La UE y Estados Unidos no quieren acusar a Israel de genocidio y crímenes de guerra, pues la Shoah se ha convertido en una imbatible coartada, que se explota con vergonzoso cinismo. Casi todos los pueblos ocupados por el Reich alemán durante la Segunda Guerra Mundial colaboraron en la deportación de sus ciudadanos de origen judío, sin ignorar su terrible destino. El infame gobierno de Vichy se plegó a las exigencias de los nazis con auténtico fervor antisemita, movilizando a miles de policías para deportar a 74.000 conciudadanos judíos. 42.000 acabaron en Auschwitz. Solo 811 regresaron a Francia. En cambio, cuando el 1 de octubre de 1943 Adolf Hitler ordenó la deportación de los judíos daneses, el movimiento de resistencia y un gran número de ciudadanos anónimos se movilizaron para trasladar a la neutral Suecia a 8.000 judíos. Gracias a esta audaz maniobra y a las gestiones diplomáticas de las autoridades, solo perdieron la vida 102 judíos daneses, de acuerdo con los datos del Yad Vashem. El antisemitismo es un viejo prejuicio cristiano que en los años 30 gozaba de excelente salud en Europa y Estados Unidos. Joseph Kennedy, William Randolph Hearst y Henry Ford -que sería condecorado por los nazis con la Gran Cruz de la Orden Suprema del Águila Alemana, la distinción más alta que podía recibir un extranjero- nunca ocultaron su odio hacia los judíos y aprovecharon su poder para influir en la opinión pública norteamericana, ensalzando las dictaduras de Hitler y Mussolini. Walt Disney se movió en la misma línea y el gobierno de Franklin Delano Roosevelt restó importancia a la Shoah, pese a conocer perfectamente lo que sucedía. No quería perder el voto judío, pero tampoco el de los evangélicos y los irlandeses católicos, notorios antisemitas. Cuando en 1943, Jan Karski, representante del gobierno polaco en el exilio y testigo presencial de la matanza de judíos en el gueto de Varsovia y el campo de tránsito de Izbica, se entrevistó con Roosevelt para informarle del genocidio, el presidente le contestó con evasivas y desvió la conversación hacia la hípica, una de sus pasiones, preguntándole por las características de los caballos europeos. Ni siquiera se planteó bombardear las vías ferroviarias utilizadas por los nazis para deportar a millones de judíos. En esas fechas, los judíos norteamericanos sufrían discriminación laboral y se limitaba su acceso a colegios y universidades. Después del bombardeo de Pearl Harbor el 7 de diciembre de 1941, muchos jóvenes judíos se alistaron en las Fuerzas Armadas de Estados Unidos. Algunos ya habían luchado contra el fascismo en España como voluntarios de las Brigadas Internacionales. Los gentiles con un título universitario se convertían automáticamente en oficiales, pero ese criterio no se aplicaba con los judíos y, además, se les prohibía incorporarse a los servicios de inteligencia o la Fuerza Aérea, virulentamente antisemita. Si querían alistarse en los marines, les exigían una explicación. Si manifestaban que deseaban frenar el avance del fascismo, chocaban con un muro de incomprensión, pues los oficiales esperaban escuchar a los reclutas que su intención era “matar japos”. Aunque 550.000 judíos americanos lucharon en los campos de batalla europeos, soportaron el mismo desprecio que los afroamericanos, lo cual explica que años más tarde muchos judíos apoyaran la campaña por los derechos civiles encabezada por Martin Luther King. La prensa estadounidense no mostró mucha preocupación por la suerte de los judíos europeos. Incluso The New York Times, cuyos dueños (Ochs y Sulzberger) eran de procedencia judía, relegó a la página doce el informe de la historiadora Déborah Lipstadt sobre la deportación de 400.000 judíos húngaros a Auschwitz II (Birkenau), donde les esperaban las cámaras de gas y los crematorios. Cuando se produjo el levantamiento del gueto de Varsovia, el diario habló de patriotas polacos y no de Resistencia judía. El New York Herald Tribune, el Washington Post y Los Angeles Times obraron del mismo modo. Solo en la primavera de 1944, la Fuerza Aérea accedió a bombardear el complejo industrial de Auschwitz III (Monowitz), pero el ataque no incluyó las cámaras de gas ni las vías de tren que transportaban a los seleccionados para recibir “tratamiento especial”. Esta vergonzosa maniobra insinúa que las vidas de los deportados se consideraban menos importantes que la destrucción de las fábricas de munición.
LA COMPLICIDAD DE EUROPA Y ESTADOS UNIDOS EN EL GENOCIDIO DE GAZA
La historia se repite con los palestinos, que en las últimas semanas están soportando en la Franja de Gaza un violento ataque militar del Tzahal. No se puede hablar de guerra, pues los palestinos carecen de un ejército regular y las milicias de Hamás poseen un arsenal ridículo, con escasa capacidad de infligir bajas. Sarah Woznick, enfermera norteamericana de Médicos Sin Fronteras, ha trabajado seis meses en la Franja de Gaza y acaba de abandonar el lugar, pues los ataques israelíes por tierra, mar y aire no discriminan entre civiles, personal sanitario y milicianos de Hamás. “No hemos podido desarrollar parte de nuestras labores médicas por falta de seguridad. […] Los palestinos sufren mucho, sobre todo los niños. Cada vez que había un ataque los niños se agarraban a las piernas de los padres, intentando protegerse. […] Aparte de los que mueren y los que resultan heridos, los niños de Gaza están sufriendo mucho psicológicamente. […] Un niño llegó con quemaduras en todo el cuerpo, con 100 pedazos de metralla incrustados”. Cuando le preguntan si los milicianos de Hamás se parapetan en los hospitales, según afirma el gobierno y la prensa israelíes para justificar sus bombardeos sobre escuelas y centros médicos, Woznick afirma que no conoce ningún caso ni ha escuchado ningún testimonio en ese sentido. Es un acto de cinismo afirmar que el Tzahal actúa con criterios selectivos, pues sus avisos para abandonar los edificios convertidos en blancos militares solo proporcionan a la población civil un ridículo margen de tiempo que no excede los cinco minutos. La Franja de Gaza está compuesta por 385 kilómetros cuadrados limitados al Mar Mediterráneo, Egipto –que ha recuperado su papel de aliado de Israel y Estados Unidos- y las fronteras israelíes. Apenas hay donde esconderse. “Te metas donde te metas te van a bombardear. Gaza es una ratonera, pero ¿adónde podemos ir?”, exclaman los palestinos.
El Consejo de Derechos Humanos de la ONU ha aprobado una resolución que condena a Israel por su ofensiva militar y ha creado una comisión para investigar los crímenes y las violaciones del derecho internacional. Solo se ha opuesto Estados Unidos, que ha calificado la resolución de “destructiva”, y 17 países –entre los que se encuentran Alemania, Francia, Reino Unido y España- se han abstenido. Israel ha ironizado sobre la resolución, afirmando que solo es “una farsa”. Navi Pially, Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, ha afirmado que hay indicios de crímenes de guerra en la Operación Margen Protector, que de momento le ha costado la vida a 735 palestinos y ha provocado graves heridas en casi 5.000. El 85% son civiles. Al menos, 175 eran niños y más de un centenar mujeres. Ya hay 110.000 desplazados que han huido de sus hogares y, según Save the Children, cada hora muere un niño palestino. Israel ha bombardeado once escuelas, un pozo de agua que abastecía a 1.500 personas, un hospital, una escuela de Naciones Unidas en Beit Janún y un almacén gestionado por la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en Oriente Próximo (UNRWA). Navi Pially ha recordado que desde el 12 de junio Israel ha detenido a más de 1.200 palestinos en Cisjordania y Jerusalén Este, sin presentar cargos. Simplemente, ha realizado una detención administrativa que puede prolongarse indefinidamente, sin aportar pruebas incriminatorias. Estos hechos solo pueden calificarse de secuestro. Israel disfruta de una escandalosa impunidad. Solo eso explica que Tizpi Livni, Ministra de Justicia, haya declarado al diario Yediot Aharonot: “¡Venid a buscarme!”, burlándose de la orden –ya revocada- de un tribunal británico, exigiendo su detención para interrogarla por crímenes de guerra en la Franja de Gaza durante la Operación Plomo Fundido (2008-2009). En esa época, Livni –antigua agente del Mossad- ocupaba los cargos de primera viceministra y ministra de Asuntos Exteriores. Hasta ahora el Tzahal ha sufrido 35 bajas. Es un número insignificante que refleja la asimetría de los contendientes, pero que triplica la cifra de 10 caídos durante la Operación Plomo Fundido, cuando 1.400 palestinos perdieron la vida bajo el fuego israelí. El Presidente Barack Obama ha lamentado la muerte de civiles, pero ha defendido el derecho de Israel a protegerse. En un alarde de cinismo, ha aprobado una ayuda de 47 millones de dólares para reconstruir Gaza, mientras continúan fluyendo ingentes cantidades de dinero para mantener en funcionamiento la maquinaría militar israelí.
ISLAMOFOBIA Y EL RESURGIR DEL IMPERIALISMO NORTEAMERICANO
Uno de los crímenes del Tzahal que debería perdurar en la memoria colectiva es el asesinato de un joven palestino desarmado, que fue abatido y rematado ante las cámaras por francotiradores israelíes, mientras buscaba a sus familiares entre los escombros. ¿No es una triste repetición de los disparos del Hauptsturmführer SS Amon Göth desde el balcón de su residencia en el campo de concentración de Plaszow en la Polonia ocupada por la Alemania nazi? ¿Cómo es posible que los países occidentales toleren y no condenen esta masacre? Evidentemente no es tan solo por su subordinación a Estados Unidos ni por el miedo a ser acusados de antisemitas. No es solo por los yacimientos de gas en las aguas territoriales de Gaza, sino también por la profunda islamofobia que se ha propagado en el mundo desde el 11-S, un brutal atentado sin esclarecer que proporcionó la excusa perfecta a Estados Unidos para intervenir en Oriente Medio y proseguir sus planes para reordenar una zona de vital importancia en el suministro de combustibles fósiles. La islamofobia presupone que el Islam es una religión primitiva, irracional, cruel, racista, violenta y sexista. Los deleznables artículos de Michel Houellebecq, Oriana Fallaci y Antonio Elorza, mandarín del diario El País, han contribuido a fomentar esa visión, cuando lo cierto es que tanto en El Corán como en la Biblia hay frases igualmente inaceptables para la sensibilidad contemporánea, así como invitaciones a la compasión, el perdón y la tolerancia. Estados Unidos combatió el panarabismo de inspiración socialista en los años de la Guerra Fría y financió el fundamentalismo islámico, no menos dañino que el fundamentalismo cristiano, aliándose con Arabia Saudí, donde reina el wahabismo, una de las versiones más radicales del Islam. La desintegración de la Unión Soviética le dejó durante un tiempo sin el enemigo que justificaba sus desorbitados gastos militares, pero el 11-S restableció el clima de confrontación que sirve de coartada a su agresivo imperialismo. El Islam se ha convertido en el mejor comodín de la diplomacia norteamericana. Por un lado, se fomenta en la opinión pública el odio a los regímenes musulmanes, minimizando el impacto que causa la muerte de civiles palestinos, afganos o iraquíes en operaciones militares de la OTAN, Israel o Estados Unidos en solitario. Por otro, se promueve la constitución de un califato islámico en Siria e Irak que prepararía la batalla final contra Irán, la llave que permitiría controlar las repúblicas caucásicas limítrofes con Rusia, estrechando el cerco contra el oso ruso, su principal rival. La prestigiosa politóloga iraní Nazanín Armanian no alberga dudas sobre las intenciones de Estados Unidos. En mayo de 2014 Armanian publicaba en su blog Punto y seguido el artículo “La ofensiva simultánea del intrépido Obama contra Rusia y China”, donde afirma: “Ni en sus mejores años de imperialista Washington se había atrevido a actuar como un suicida: mientras planea un enfrentamiento directo con Rusia en Ucrania, Barack Obama visita a sus aliados asiáticos ─Japón, Corea del Sur, Malasia y Filipinas─, en el marco de su política del Regreso a Asia, para contener el avance de China en el mundo. […] El Pentágono planea  aumentar  las operaciones de vigilancia cerca de China, desplegar cazabombarderos y usar misiles para destruir la infraestructura militar del enemigo y enviar un portaaviones al Estrecho de Taiwán.  […] La línea roja autoimpuesta por Moscú de que consideraría el ataque a los ciudadanos rusos en Ucrania como un ataque a la propia Rusia,  puede convertirse en una trampa mortal para Putin. Es justo lo que busca Washington: involucrarle en una larga guerra de desgaste en Ucrania para así tumbar su economía, dañar su peso en las relaciones internacionales (ahora que se había convertido en mediadora de los conflictos como el de Irán y de Siria), parar el proceso de la mejora de sus relaciones con los Estados exsoviéticos, privar  a la Vieja Europa de un sólido socio comercial (y venderle su excedente de gas de esquisto), obligarla a participar en las sanciones económicas contra Moscú e incluso entrar en guerra contra su proveedor de gas, y ¿cómo no?  dar un nuevo protagonismo a la OTAN. El Pentágono va a desplegar más paracaidistas en Polonia, Estonia, Letonia y Lituania,  enviará un  buque de guerra al Mar Negro y en unos meses realizará la maniobra Operación Trident con Ucrania”. Armanian señala que Estados Unidos refuerza su estrategia política con atentados terroristas para desestabilizar a sus adversarios y cita la masacre de Odessa y el atentado en la estación de tren de Xinjiang, la región musulmana de China fronteriza con Afganistán y Pakistán. En ambos casos, los hechos coincidieron con la presencia en Ucrania de John Brennan, ex director de la CIA, y Joe Biden, vicepresidente de los Estados Unidos. No hay que estrujar mucho la imaginación para descubrir que Washington intenta forzar una intervención militar de Rusia. El atentado en Xinjiang se produjo poco después de la gira de Obama por Asia. Esta vez se trataba de desestabilizar una región fronteriza con países controlados por Estados Unidos. Armanian también ha señalado que el secuestro y asesinato de tres jóvenes israelíes en la Cisjordania ocupada solo favorecía a los intereses israelíes y ha cuestionado la existencia de Al Qaeda y la misteriosa ejecución de Osama Bin Laden, al que llama “el Fantasma”. Me he permitido citar a Armanian con tanta extensión por su enorme calidad como analista y porque sus hipótesis sobre operaciones de bandera falsa y terrorismo financiado por Estados Unidos tal vez resultan más creíbles que mis especulaciones. Hace poco, alguien me recriminó que atribuyera al Mossad el secuestro y presunto asesinato de los tres jóvenes judíos en la Cisjordania ocupada, asegurándome que un judío jamás atentaría contra la vida de otro, olvidando que en el atentado contra el Hotel Rey David cometido por el Irgún el 22 de julio de 1946 murieron 17 judíos. En esas fechas, dirigía el Irgún Menájem Beguín, futuro Primer Ministro de Israel y Premio Nobel de la Paz en 1978.
EL ANTISEMITISMO COMO CORTINA DE HUMO
Mientras escribo este artículo habrán muerto más palestinos y tal vez algún soldado del Tzahal. Hace unos días, Marcos Ricardo Barnatán, judío sefardita nacido en Buenos Aires, visitó mi página en Facebook y calificó de repugnate mi artículo “¿Por qué el Estado de Israel asesina a niños palestinos?”. Buscando algunas de sus declaraciones, descubrí la siguiente perla: “¿España antisemita? Claro que sí: llevó aquí 45 años y he oído todos los eructos antisemitas que se pueda imaginar”. No sé si sufro alucinaciones visuales, pero en su foto de perfil posa con una pulsera con los colores de la bandera española y el escudo constitucional al fondo. Me cuesta trabajo entender esta paradoja, pero le remito a las conocidas palabras de Norman Finkelstein, judío norteamericano hijo de una superviviente de Auschwitz y Majdanek: “No existe nada más despreciable que usar el sufrimiento y el martirio de las víctimas del nazismo para intentar justificar la tortura, la brutalidad, la demolición de hogares que Israel comete diariamente contra los palestinos”. Dicho de otro modo: no hay excusas para justificar el martirio del pueblo palestino, que se produce por una mezcla de colonialismo, racismo e inconfesables intereses económicos y geoestratégicos. Para finalizar añadiré que los países occidentales no se solidarizan con el pueblo palestino porque los intelectuales, los artistas y los escritores hace mucho que renunciaron a cualquier forma de compromiso, más preocupados por los premios y homenajes que por el sufrimiento de sus semejantes. Al igual que los argelinos que luchaban contra Francia por su independencia, los palestinos solo disponen de su coraje para evitar su desaparición como pueblo. Indudablemente, todos somos culpables del genocidio que se está cometiendo ante nuestros ojos. Escribir un artículo no nos descarga de esa responsabilidad.


OTRA HUMANIDAD ES NECESARIA

LA ESTRATEGIA DE PABLO IGLESIAS Y PODEMOS PARA LAS PRÓXIMAS ELECCIONES


UNA CANDIDATURA MUNICIPALISTA CIUDADANA
 El portavoz de Podemos, Pablo Iglesias, durante su intervención en un desayuno organizado por el Forum Europa. (Enrique Villarino)El portavoz de Podemos, Pablo Iglesias, durante su intervención en un desayuno organizado por el Forum Europa. (Enrique Villarino)

El pasado 17 de junio, el eurodiputado Pablo Iglesias respondía en una entrevista en El País que la participación de Podemos en los comicios municipales será “poco convencional” y, acto seguido, añadía: “Muchos se van a llevar sorpresas”. El politólogo había levantado ya la perdiz, pero pocos fueron los que supieron interpretar sus palabras, y es que, como él mismo vaticinaba: “Quien nos juzgue con la misma lógica de análisis, no entiende lo que significa”. Cinco semanas después, la incógnita comienza a desvelarse de manera clara: Podemos participará en las elecciones locales bajo el paraguas de una “candidatura municipalista ciudadana”.
La creación de estos espacios de participación política en las grandes ciudades se ha acelerado durante las últimas semanas (Ganemos Madrid, Ganemos Málaga, Ganemos Zaragoza, Ganemos Valladolid…) como réplicas de la iniciativa Guanyem Barcelona, liderada por Ada Colau e impulsada por Podem Barcelona, entre otros colectivos. Su vocación es la de hacer confluir bajo una misma marca a movimientos sociales, mareas ciudadanas y partidos a la izquierda del PSOE, para llevar a cabo lo que han llamado “el asalto institucional”.
Antes de hacerse pública la iniciativa se celebraron varias reuniones a puerta cerrada entre la promotora de Podemos y los impulsores de Ganemos MadridDe Podemos a Ganemos. Un juego de palabras bajo el que se esconde una inédita estrategia que supone una novedad sin precedentes en el panorama político español, más allá de la experiencia de la Entesa en algunos municipios catalanes (del que hoy son herederas las CUP). Si ninguna causa de fuerza mayor tumba esta estrategia, la formación liderada por Iglesias no presentará candidatura propia, con sus siglas y sus listas, en una buena parte del territorio. Además, a tenor de las declaraciones de los notables de Podemos, está descartado un “pacto de despachos” con la dirección de IU.
Para echar al traste esta aventura sería suficiente un adelanto electoral de las generales a noviembre. Y es que, como se recoge en las actas de las asambleas de Ganemos Madrid, uno de los objetivos principales de conseguir representación en los ayuntamientos es practicar la desobediencia institucional para tratar de convertir los comicios generales en una suerte de plebiscito “constituyente”.
La cuadratura de los círculos
“No queremos ser un partido más. Y en las próximas elecciones lo que tenemos que hacer es ponernos detrás de los ciudadanos”, explicaba el líder de Podemos en la citada entrevista. Quizá en estas declaraciones fue menos claro, pues como interpretan desde los círculos de la formación, es una forma de acallar las voces críticas con la promotora, que demandaban más participación y democracia directa. El “no estamos dispuestos a convertirnos en meros pegacarteles”, sintetizaba a la perfección ese conato de desafección que saltó desde algunos círculos ante la jugada de Iglesias mediante la que presentó una lista única para crear la promotora de Podemos, sin apenas tiempo para que se presentasen otras alternativas.
La metamorfosis de Podemos en Ganemos resulta especialmente simbólica en el hecho de que la tipografía y colores de sus respectivos carteles propagandísticos son muy similares“Para mí esta actitud (que la promotora ofrezca un mayor protagonismo a la círculos en este proceso) es muy positiva. Yo he sido crítico con ciertas decisiones de la promotora, que no me parecían todo lo democráticas que podrían ser, pero de esta forma se está permitiendo la creación de un contrapeso, de un instrumento democrático para que, digamos, se ejerza presión desde abajo, desde los círculos”, apunta Enrique Valdivieso, miembro del círculo Podemos en el distrito madrileño de Arganzuela, uno de los más críticos con la cúpula.
La presencia de miembros de Podemos en el primer encuentro Municipalia-Ganemos Madrid, celebrado el pasado 5 de julio en el edificio municipal Media-Lab Prado, fue muy sustancial, “en torno al 40 o al 60%” de los más de 350 ciudadanos que acudieron, según las fuentes presenciales consultadas. La vocación de adquirir protagonismo en estos procesos por parte de los círculos es evidente, y aunque algunos de ellos no han dado su apoyo formal a estas candidaturas, casi todos ellos han nombrado “enlaces”.
A pesar de que “se han mantenido varias reuniones a puerta cerrada entre la promotora de Podemos y los impulsores de Ganemos Madrid” antes de hacerse pública la iniciativa, según reconocen fuentes cercanas a la formación, parece que “desde arriba” se ha tomado nota y actuado conforme al “no estamos dispuestos a convertirnos en meros pegacarteles”. Como añade Valdivieso, “puede ser un acicate para aumentar la participación de la ciudadanía en los procesos políticos”.
Una candidatura diseñada a imagen y semejanza de Podemos
Si bien, este golpe de efecto “poco convencional” también servirá a la formación revelación del 25-M para solucionar una de sus mayores carencias mentadas por la mayoría de analistas políticos: su falta de estructura en pequeñas y mediadas ciudades para cubrir las listas en las municipales. De este modo, será más fácil que lleguen allí donde su estructura es más débil, y hacerlo con mayores garantías de éxito.
La vocación de adquirir protagonismo en estos procesos por parte de los círculos es evidente, y aunque algunos de ellos no han dado su apoyo formal a estas candidaturas, casi todos ellos han nombrado ‘enlaces’Por otra parte, quizá se abone el terreno para crear confluencias con otras formaciones políticas y movimientos sociales de cara a las generales. Y lo que es más importante, atraer a los think tanks quicemayistas (EnRed, Fundación de los Comunes, Alternativas desde Abajo…), que han recibido con recelo su apuesta institucional y, más aún, su supuesta reproducción de jerarquías y liderazgos más propia de los partidos de la casta que tanto critican.
La metamorfosis de Podemos en Ganemos resulta especialmente simbólica en el hecho de que la tipografía y colores de sus respectivos carteles propagandísticos son muy similares, al menos los utilizados para promocionar el primer plenario de Ganemos Madrid. Un hecho que fluctúa entre el guiño a la formación que consiguió más de 1.200.000 votos en las Europas y la estrategia comunicativa para que la sociedad asocie esta candidatura ciudadana a Podemos.
Si la cara de Pablo Iglesias serigrafiada en las papeletas para las europeas permitió a los votantes identificarlo con un partido, ahora la tipografía de Podemos hará lo propio para que se asocie a Ganemos Madrid. Como concluye Valdivieso, “la realidad política ha sido un tanto eclipsada por la irrupción de Podemos y, en cierta forma, toda nueva candidatura de izquierdas va a tener que pasar, en un grado u otro, por este partido”.

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CÁRCELES DE LA CIA. EL TRIBUNAL EUROPEO DE DERECHOS HUMANOS CONDENA A POLONIA


El Tribunal Europeo de Derechos Humanos condenó a Polonia por haber ignorado sus obligaciones al permitir la creación de una cárcel secreta de la CIA (codificada como «Quartz») en territorio polaco.
La condena emitida por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, en un veredicto que aún no es definitivo, responde a las denuncias presentadas por el palestino Abu Zubaydah y el saudita Al-Nashiri. Ambos reclamantes demostraron que estuvieron detenidos en Polonia, en 2002 y 2003, y que fueron torturados durante su encarcelamiento en ese país.
El veredicto del Tribunal Europeo de Derechos Humanos se basó en el informe del senador suizo Dick Marty al Consejo de Europa [1].
El hecho es que el gobierno polaco autorizó la CIA a crear una cárcel secreta dentro del campo de entrenamiento de los servicios de inteligencia de Polonia, en Stare Kiejkuty, no lejos de la ciudad de Szczytno, en el norte del país.
Antes de su estancia en esa cárcel secreta de la CIA, Abu Zubaydah había sido secuestrado en Dubai. Por su parte, Al-Nashiri había sido secuestrado en Pakistán.
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos concluyó que Polonia no respetó el artículo 38 de la Convención Europea de Derechos Humanos, o sea la obligación de facilitar la realización de una investigación eficaz.
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos concluyó además que, tanto en el caso de Zubaydah como en el caso de Al-Nashiri, hubo:
- violación del artículo 3 de la Convención Europea de Derechos Humanos (prohibición de la tortura y los tratamientos inhumanos o degradantes) tanto en el aspecto material como en lo tocante al procedimiento;
- violación del artículo 5 (derecho a la libertad y la seguridad);
- violación del artículo 8 (derecho al respeto de la vida privada y familiar);
- violación del artículo 13 (derecho a un recurso efectivo) y
- violación del artículo 6 § 1 (derecho a un juicio justo).

Sobre el caso específico de Al-Nashiri, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos concluyó que se violaron también los artículos 2 (derecho a la vida) y 3 de la Convención Europea de Derechos Humanos combinados con el artículo 1 del Protocolo n° 6 de la misma Convención (abolición de la pena de muerte).

Documentos adjuntos

 
Case of Al-Nashiri
(PDF - 1.4 MB)
 
 
Case of Husayn Abu Zubaydah
(PDF - 1.3 MB)
 
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LA "SOLUCION" PARA GAZA

La ola de violencia impune contra la población de Gaza exacerba los apetitos de las diferentes facciones israelíes. El vicepresidente del parlamento israelí y rival de Netanyahu en el seno del Likud, Moshe Feiglin, propone expulsar de una vez a toda la población de Gaza (1,5 millones de personas), territorio que el «Estado judío» anexaría de inmediato. Según Ahmed Abul Gheit, ex ministro egipcio de Exteriores, Estados Unidos organizó en 2011 la caída de Hosni Mubarak precisamente porque este último se oponía a la solicitud de Washington de desplazar la población de Gaza para el Sinaí.

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Moshe Feiglin, vicepresidente del parlamento israelí y miembro del Likud.
A la sombra del secretario de Estado John Kerry, el secretario general de la ONU Ban Ki-moon, altamente agradecido ante el «compromiso dinámico» del jefe de la diplomacia estadounidense, está buscando en Jerusalén la manera de «poner fin a la crisis de Gaza». Pero Ban Ki-moon parece ignorar que existe alguien que ya encontró esa solución. El vicepresidente del parlamento de Israel, Moshe Feiglin, ha presentado, en efecto, un plan para «una solución en Gaza» [1].
Ese plan se compone de 7 fases:
1) El ultimátum, impuesto a la «población enemiga» a la que se intima a abandonar las áreas donde se encuentran los combatientes del Hamas «trasladándose al Sinaí, no lejos de Gaza».
2) El ataque, desencadenado por las fuerzas armadas de Israel «en toda Gaza con el máximo de fuerza (y no con una parte minúscula de esa fuerza)» contra todos los objetivos militares y la infraestructura «sin consideración alguna por los escudos humanos y daños al medio ambiente».
3) El asedio, simultáneo con el ataque, para que «nada pueda entrar en Gaza ni salir de Gaza».
4) La defensa, para «golpear con plena fuerza y sin consideración por los escudos humanos» cualquier lugar de donde haya partido un ataque contra Israel o contra sus fuerzas armadas.
5) La conquista, emprendida por las fuerzas armadas israelíes, que «acabarán con todos los enemigos armados en Gaza» y «tratarán conforme al derecho internacional a la población enemiga que no haya cometido fechorías y que se haya separado de los terroristas armados, [población] que será autorizada a abandonar Gaza».
7) La soberanía, sobre Gaza, «que se convertirá para siempre en parte de Israel y será poblada por judíos», contribuyendo así a «aliviar la crisis de alojamiento en Israel». A los habitantes árabes, quienes «según los sondeos en su mayoría quieren abandonar Gaza», se les ofrecerá «una generosa ayuda para la emigración internacional», ayuda que sin embargo se concederá solamente a «aquellos que no estén implicados en actividades antiisraelíes». Los árabes que opten por quedarse en Gaza recibirán un permiso de estancia en Israel y, después de cierto número de años, «los que acepten la dominación, las reglas y el modo de vida del Estado judío en su propia tierra» podrán convertirse en ciudadanos israelíes.
Ese plan no sale de la mente de un simple fanático sino del cerebro de un político que está obteniendo un creciente consenso en Israel. Moshe Feiglin es el jefe de Manhigut Yehudit (en español, «Liderazgo judío»), la facción más grande en el seno del Comité Central del Likud, o sea el partido en el poder. En 2012, durante la elección de la dirección del Likud, Moshe Feiglin hizo campaña en contra de Benyamin Netanyahu y obtuvo un 23% de los votos. Su ascenso ha sido continuo desde aquel momento, tanto que en julio de 2014 agregó a su cargo de vicepresidente del parlamento israelí el de miembro de la influyente Comisión de Relaciones Exteriores y de Defensa.
Si se analiza el plan que Feiglin está promoviendo activamente, tanto en Israel como en el extranjero (principalmente en Estados Unidos y Canadá), puede comprobarse que la actual operación contra la franja de Gaza incluye casi íntegramente las 4 primeras de las 7 fases previstas.
Visto desde esa perspectiva se percibe además que el verdadero objetivo de la retirada de los colonos israelíes de la región de Gaza –en 2005– no era otro que dejar el campo libre a las fuerzas armadas de Israel para la posterior realización de la operación «Plomo fundido» –en 2008/2009.
También se percibe que la actual operación «Margen protector» no es una simple respuesta a una acción anterior sino que, al igual que las operaciones anteriores, forma parte de un plan preciso, respaldado al menos por una parte consistente del Likud y tendiente a ocupar de manera permanente la franja de Gaza y a colonizarla expulsando de allí la población palestina. Y Feiglin seguramente ya tiene listo también el plan para «una solución en Cisjordania».
Fuente Il Manifesto

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[1] “The Moshe Feiglin’s plan for a solution for Gaza”, by Moshe Feiglin, Voltaire Network, 15 de julio de 2014.

UCRANIA, OBJETIVO ENFOCADO

Las pruebas que Washington posee sobre la responsabilidad de Rusia en la catástrofe del avión de pasajeros malasio que sobrevolaba Ucrania son inapelables. El problema es que no hay cómo verificarlas y que parecen tan «serias» como aquellas que otro secretario de Estado, Colin Powell, presentó solemnemente al Consejo de Seguridad de la ONU para justificar la invasión contra Irak
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Gracias a sus escuchas telefónicas y sus satélites de vigilancia, Estados Unidos tiene la prueba de que sus enemigos son culpables, prueba que usted no podrá verificar (El 11 de febrero de 2003, Colin Powell –en su calidad de secretario de Estado– miente al Consejo de Seguridad de la ONU. Después de invadir y ocupar un país basándose en la mentira, Estados Unidos nunca se ha excusado.).
Una «tragedia mundial», así calificó Barack Obama la destrucción del avión malasio en Ucrania durante su conversación telefónica con Vladimir Putin. En esa conversación, Obama acusó además a Rusia de armar a los rebeldes ucranianos proporcionándoles incluso misiles antiaéreos.
En otras palabras, Obama acusó a Moscú de ser, directa o indirectamente, responsable de la trágica muerte de 298 personas de diversas nacionalidades. Esa versión se basa en una serie de «pruebas» que los servicios secretos de Estados Unidos divulgaron, a través de Kiev, en los medios de prensa «mainstream» sólo horas después de la caída del avión. Entre esas pruebas, hay una comunicación telefónica en la que un comandante rebelde informa a un coronel de la inteligencia militar rusa que las fuerzas separatistas han derribado un avión, un video –en la zona controlada por los rebeldes– en el que se ve una batería rusa SA-11 a la que le falta un misil, el que supuestamente derribó el avión.
Después de eso, el secretario de Estado Kerry declaró a la CNN que tenía las pruebas de que Moscú no sólo entregó misiles SA-11 a los separatistas sino que además los entrenó para los utilizaran.
A partir de ahí, la creación de una comisión investigadora internacional parece superflua porque las «pruebas» de Washington ya demostraron que el avión civil fue derribado – ni siquiera por error sino voluntariamente ya que los vuelos civiles se identifican con la transmisión de un código especial– con una batería de misiles rusos, por ucranianos rusos, dirigidos de hecho por un comando ruso y que lo primero que hicieron fue telefonear a la inteligencia rusa, aun sabiendo perfectamente que todas las comunicaciones telefónicas están interceptadas.
Resultado: Moscú puesto en el banquillo de los acusados por la «comunidad internacional» (léase, Estados Unidos y sus aliados); los ucranianos rusos estigmatizados como terroristas; la atención de los medios concentrada en la tragedia del avión, haciendo pasar a un segundo plano la tragedia de la masacre de palestinos que Israel sigue perpetrando en Gaza.
Esa técnica funciona tan bien que ya ha sido utilizada repetidamente por Washington para fabricar otros casus belli [1]
Basta con recordar el incidente del golfo de Tonkín, o sea el ataque de varias lanchas torpederas de Vietnam del Norte contra el destructor USS Maddox, ataque que posteriormente resultó falso. Pero en 1964 ese incidente le permitió al presidente Johnson obtener la luz verde del Congreso para extender la guerra al norte de Vietnam.
También están las pruebas sobre las armas iraquíes de destrucción masiva, presentadas por el secretario de Estado Colin Powell al Consejo de Seguridad de la ONU… y posteriormente reconocidas como falsas por el propio Powell. Pero en 2003 aquellas «pruebas» le permitieron al presidente Bush obtener la luz verde del Congreso para atacar y ocupar Irak [2].
Ya sabemos cómo funciona el mecanismo. Así que… poco importa que en 2024 –o quizás más tarde– aparezca algún documento desclasificado donde se dice que el avión malasio abatido en 2014 fue derribado premeditadamente por una de las baterías de SA-11 de fabricación rusa desplegadas días antes por las fuerzas armadas de Kiev en el límite del territorio controlado por los rebeldes, zona extrañamente no prohibida a los vuelos civiles. Y que toda la operación fue organizada por los servicios secretos de Estados Unidos.
Lo que importa es el resultado de hoy: la acusación de que Rusia es responsable de la destrucción voluntaria del avión malasio –un acto que, para Moscú, sería poco menos que equivalente a un suicidio– permite que el presidente Obama obtenga la luz verde del Congreso para reforzar la guerra fría contra Rusia.
El Congreso de Estados Unidos adoptó, el 17 de julio, un «Acta de prevención de la agresión rusa» que garantiza a Ucrania, Georgia y Moldavia el estatus de «aliados importantes de Estados Unidos a pesar de no ser miembros de la OTAN», en la que se autoriza al presidente a proporcionar a esos países –y a otros países del este–, directamente o a través de la OTAN, el máximo de ayuda militar y económica con pbjetivos anti-rusos [3].
Fuente Il Manifesto

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[1] En latín, motivo de guerra.
[2] Los lectores interesados en el tema pueden volver a leer aquel discurso de Colin Powell –donde todo es falso– y comparar sus pruebas con las pruebas «irrefutables» de su sucesor John Kerry. «Discours de M. Powell au Conseil de sécurité de l’ONU», por Colin L. Powell, Réseau Voltaire, 11 de febrero de 2003.
[3] Ver la sección 303 de “Russian Aggression Prevention Act of 2014”, Voltaire Network, 1º de mayo de 2014.

¿ YIHAD GLOBAL CONTRA LOS BRICS?

Lejos de ser una alianza levantina al servicio de las ambiciones occidentales, el nuevo «califato» del siglo XXI responde a los objetivos del imperialismo global. Para Washington, el Emirato Islámico es un arma de destrucción masiva dirigida contra los países emergentes, fundamentalmente contra Rusia, la India y China. El analista mexicano Alfredo Jalife explica qué uso puede dar Estados Unidos al Emirato Islámico, mucho más allá de Siria e Irak.



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Yihadistas armados desfilan en la provincia de Raqqa, norte de Siria, celebrando la proclamación del califato anunciada por el Emirato Islámico en Irak y el Levante.
Foto Reuters
La nebulosidad sobre la sorprendente creación y propagación del grupo sunnita jihadista Emirato Islámico de Irak y el Levante (Siria y Líbano) –EIIL, conocido igualmente como ISIL, por sus siglas en inglés, o Daesh en árabe–, que ha generado aparente «confusión», empieza a disiparse debido a sus alcances geoestratégicos en la frontera del «triángulo RIC» (Rusia, India y China), cuyos tres miembros forman parte del ascendente grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), a 14 días de celebrar su sexta cumbre en Fortaleza.
El primer día del ayuno islámico del Ramadán, un dato simbólicamente ilustrativo fue escenificado por ISIL/Daesh, que deja oficialmente de lado su nombre por el de «Estado Islámico»: el lanzamiento del «califato islámico» en los territorios bajo su ocupación militar, y nombró a su enigmático líder Abu Bakr al-Baghdadi como su nuevo califa (que significa en árabe «sucesor» del profeta Mahoma).
El temerario lanzamiento del nuevo califato por el «Estado Islámico» sunnita es un triple anatema para el chiísmo universal de 300 millones de feligreses (20% del total islámico global):
- 1) el califato, que nace con los «compañeros» del profeta, es eminentemente sunnita y motivo de la ruptura sucesoria con los chiítas seguidores de Alí (primo de Mahoma);
- 2) Abu Bakr fue el primer califa del sunnismo, padre de la legendaria Aisha y uno de los suegros del profeta, y hoy su nombre se convierte en nom de guerre del «nuevo califa del siglo XXI»,
- 3) el califato sunnita proclamado llega hasta las fronteras de Irán, en la provincia de Diyala, para vincularse con Alepo (Siria), en la frontera turca.

El primigenio califato fue abolido con la derrota del Imperio Otomano en la Primera Guerra Mundial, lo cual significó el reparto de sus despojos mediante la artificial cartografía medioriental del tratado secreto anglo-francés Sykes-Picot, que el nuevo califato del siglo XXI ha dado por muerto al borrar de facto la transfrontera de Siria e Irak, lo cual beneficia el nuevo trazado militar del Kurdistán iraquí.
Las consecuencias del nuevo califato del siglo XXI son enormes a escala local/transfronteriza/regional y euroasiática, en medio de su epifenómeno multidimensional –donde el control de los hidrocarburos juega un papel preponderante–, cuando sus implicaciones prospectivas se plasman en su irredentismo cartográfico tanto de su yihad petrolera como de su proyección geopolítica para los próximos 5 años.
A «alguien» le convino la guerra de 1980-1988 focalizada entre los árabes de Irak (en la etapa de Sadam Husein) contra los persas de Irán (en la fase del ayatola Khomeiny), para que luego Estados Unidos/Gran Bretaña/OTAN librasen sus dos guerras puntuales contra Irak (en 1990-1991 y en 2003-2011) del nepotismo dinástico de los Bush (padre e hijo).
Irak, hoy en delicuescencia, lleva 34 años ininterrumpidos de guerras caleidoscópicas y ahora entra a un nuevo estadio: una guerra etno-teológica que puede durar otros 30 años –réplica de las guerras europeas del siglo XVII– entre sunnitas y chiítas, que abarca ya nítidamente a varios países del «Gran Medio Oriente» (según la definición del general israelí Ariel Sharon este Gran Medio Oirente va desde Marruecos hasta Cachemira y de Somalia al Cáucaso): Irak, Siria, Líbano, Yemen, Bahréin, Arabia Saudita (en su parte oriental petrolera, donde predomina la «minoría» chiíta), y en la que participan a escala regional tras bambalinas (ya muy vistas) las 6 petromonarquías del Consejo de Cooperación del Golfo, Turquía, Jordania e Irán, sin contar el Kurdistán iraquí (gran aliado de Israel).
El nuevo califato del siglo XXI, en pleno centro de Eurasia, comporta implicaciones profundas en el triángulo geoestratégico de los RIC, donde existen importantes «minorías» islámicas, a diferencia de Estados Unidos y todo el continente americano, donde la presencia musulmana es microscópica: 0,8% de la población en Estados Unidos; 0,42% en Sudamérica y 1,6% en todo el continente americano.
Es mi hipótesis que el nuevo califato del siglo XXI y su yihad global, tanto petrolera como geopolítica, carcome las fronteras islámicas del «triángulo RIC» y desestabiliza su conformación demográfica interna –con un total de casi 200 millones de musulmanes en su seno–, tomando en cuenta la doble «contención» que Estados Unidos trata de imponer contra Rusia y China (mediante la doctrina Obama).
Con antelación ya había expuesto el preponderante «factor islámico» en la India, que se encuentra ante un tsunami demográfico y geopolítico.
El presidente ruso Vladimir Putin ya declaró al respecto que
«los acontecimientos provocados por Occidente en Ucrania son una muestra concentrada de una política de contención contra Rusia».
No se pueden soslayar los vasos comunicantes entre Ucrania, el Mar Negro, el Transcáucaso y el Gran Medio Oriente, donde se distingue intensamente el «factor checheno».
A juicio de Putin, después del fracaso del mundo unipolar, «Occidente» pretende imponer a otros países sus principios, convirtiendo el planeta en un «cuartel mundial». ¡Uf!
Durante el paroxismo de la guerra fría, el libro predictivo sobre la disolución de la URSS, El imperio resquebrajado: la revuelta de las naciones en la URSS, de la aristócrata francesa Helène Carrère d’Encausse, exhibió la vulnerabilidad de la URSS debida al galopante crecimiento demográfico de su poligámica población musulmana.
Los políticos de Estados Unidos, entre ellos su vicepresidente Joe Biden, vuelven a repetir el «modelo demográfico» del «imperio resquebrajado», ya reducido a la mínima expresión de Rusia, donde existe una relevante minoría musulmana de alrededor de 15% de su población (20 millones del total) asentada en la región Volga/Ural y en el hipersensible Cáucaso norte (Daguestán, Chechenia, etc.).
En China también existe una «minoría» islámica sunnita muy inquieta, ostensiblemente azuzada desde el exterior: los célebres uigures –de origen mongol, conectados con sus congéneres de Asia central y Turquía–, que predominan en la Región Autónoma de Xinjiang y que ascienden a 10 millones (según el censo de 2010).
La superestratégica región de Xinjiang, con una extensión de 1,6 millones de kilómetros cuadrados, encierra grandes yacimientos de petróleo, constituye la mayor región productora de gas natural de toda China y ostenta importantes reservas de uranio.
La conexión comercial de Xinjiang con Kazajstán es de la mayor importancia geoestratégica en medio de Eurasia.
En fechas recientes, los separatistas uigures sunnitas han intensificado sus atentados en el mero corazón de China, en su capital Pekín.
Los separatistas uigures, que buscan derrocar al gobierno chino local, están inspirados por la teología de la yihad global avant la lettre, teología que ahora proclama y reclama el nuevo califato del siglo XXI, con el que muy bien pudieran conectarse.
Cabe entonces que nos preguntemos: ¿Forman parte del «cuartel mundial» de «Occidente» el nuevo califato del siglo XXI y su yihad global contra los BRICS?



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