Y
la pregunta es ¿no será más visible si se genera más pobreza infantil?
En el propio Partido Popular no son consecuentes ni con sus actuaciones.
El drama social ante el que nos encontramos está sobrepasando límites
éticos y básicos, pero desde el Partido Popular parece que la realidad
es un elemento que poco les preocupa, demostrando de nuevo de qué lado
están, quienes son y de donde vienen.
El no a la apertura de estos comedores escolares donde muchos niños y
niñas hacen la única comida diaria (o comida completa al día) procede
de la idea del PP de que abrirlos supondría un excesiva visibilidad de
la pobreza infantil y de una posible discriminación o riesgo de
exclusión social. El problema se planteó en Galicia, donde el Partido
Popular argumentó el cierre de esta manera y extendiéndose el debate al
resto de Comunidades Autónomas.
Parece ser que el Partido Popular es reacio a subsanar problemas
reales como este, indicando que podrían generar exclusión social. Pero
no tienen en cuenta que la mayor dificultad de las familias para llegar a
fin de mes, así como para poder completar la dieta diaria de sus hijos
son los verdaderos elementos de riesgo para la exclusión social y la
necesidad de recurrir a la ayuda caritativa. Quizás sea esto a lo que el
PP quiere abocar a quienes sus recursos se merman, a la caridad, un
parche para un problema mayor.
Si desde el Estado no ayuda y corrige esta serie de problemas que
atentan seriamente contra la clase trabajadora y sus hijos/as, esto será
un motivo más que añadir a la lucha por unos derechos cada vez más
básicos, como es el de la alimentación. Unicef ya indicaba que la
malnutrición infantil en España se situaba en torno al 28% y Educa que 1
de cada 3 niños en España están en riesgo de pobreza, y que uno de cada
cuatro no come saludablemente. Estos datos arrojados han ido
incrementando con el paso del tiempo y parecen concordar con la actitud
del gobierno, que ha recortado un 65% el presupuesto en la Red Básica de
Servicios Sociales. Se calcula que alrededor de 2 millones y medio de
niños y niñas pasan hambre diariamente en España, a la vez que los
profesores y profesoras denuncian que muchos alumnos llegan a clase sin
desayunar, cansados y con un rendimiento menor ante la falta de energía.
Todos y todas hemos sido escolares, y conocemos que ocurre cuando
llegamos sin energía a clase, pues en la actualidad hay que sumarle que
no se puedan realizar el resto de comidas con seguridad.
Por contra partida en Andalucía y Canarias si abrirán los comedores
escolares en verano, mientras que Aragón mantendrá algunos comedores
abiertos en función de la necesidad. Cantabria y Baleares estudiarán la
situación, mientras que Murcia los pondrá a disposición de
organizaciones sociales.
España es el segundo país de la Unión Europea con más pobreza
infantil, sólo por detrás de Rumanía, según el informe de Cáritas Europa
sobre el impacto social de las medidas de austeridad aplicadas en los
países más golpeados por la crisis, presentado en marzo en Atenas. Un
29,9% de los españoles menores de 18 años viven al borde de la exclusión
social. Un porcentaje que se amplía hasta el 33,8% en el último informe
de la ONG
Save the Children.
Todos los datos, sumados a los testimonios y la propia realidad,
muestran que el Partido Popular ha vuelto a renegar de las verdaderas
necesidades del pueblo, demostrando su único interés por su posición
oligárquica y los beneficios de aquellos que ya atesoran grandes
cantidades. Hablar de demagogia con un elemento como este es una mera
excusa para evitar un problema que ha enraizado en España y el cual
necesita de una respuesta que no recibe.
Carlos Albalate Sánchez