James Petras
Manteniendo
los programas sociales, rechazando los recortes, Chávez muestra cuál es
el camino para conservar el poder y avanzar en los intereses del pueblo
Audición de James Petras por CX36, Radio Centenario desde Montevideo (Uruguay)
www.radio36.com.uy – 8 de octubre de 2012. Descargue aquí el audio completo de esta entrevista:
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Efraín Chury Iribarne: Buenos días James Petras, bienvenido.
James Petras: Buenos días. Estamos muy contentos por los resultados
de las elecciones en Venezuela y por cómo las estimaciones que hemos
hecho son exactamente igual que el resultado. La victoria de Hugo Chávez
por una diferencia de 10 puntos porcentuales, fue lo que anunciamos el
lunes pasado en estos micrófonos, porque entendemos la dinámica del
proceso.
EChI: Exactamente. Y como habías adelantado el lunes pasado, buena
parte de este contacto sería para analizar esos resultados, así que te
escuchamos.
JP: Según las primeras noticias, la votación alcanzó el 80 y pico por
ciento, lo que significa una enorme expresión de cultura cívica y de
los intereses en juego. En los barrios populares el voto fue el factor
detonante para la victoria, y con esa lealtad y solidaridad popular, no
era difícil imaginar que Chávez podía ganar con tanta mayoría.
En otro orden, está también la desconfianza del pueblo hacia la
propaganda de la derecha, ya que nadie creía que Capriles iba a apoyar
los programas sociales de Chávez, por esa razón la gente no aceptaba su
programa.
También debemos decir que el efecto del voto tiene dos
interpretaciones. La burguesía decía que podían ganar, o por lo menos
hacer una campaña que los lleve a un resultado muy apretado con Chávez y
en eso se equivocaron. Ahora bien, desde la izquierda en algunos casos
se pensaba que podían ganar por un margen mayor, de un 15 o un 20%, sin
tomar en cuenta algunos problemas con los gobernantes locales, que con
su ineficiencia, incapacidad o corrupción, tuvieron un efecto negativo.
Entonces, el 10% de margen, es una victoria contundente y toma en
cuenta los alcances de Chávez y también las limitaciones que provocan en
el proceso esos dirigentes y cuadros intermedios.
Sobre esta victoria, podemos decir en primera instancia que el
gobierno puede tomar en cuenta las presiones populares y avanzar hacia
una mayor socialización, particularmente en el sector financiero que es
clave. El hecho es que solo el 20% del sector financiero está en manos
del gobierno y la derecha todavía controla el 80%, pasa lo mismo en los
sectores del agro ya la industria. Por eso esperamos que el gobierno
apunte a un mayor control social y público sobre estos sectores.
Junto con eso, el gobierno debe lanzar un revolución de eficiencia en
el funcionamiento de los servicios básicos, como la electricidad, el
agua y la seguridad. La lucha contra la delincuencia debe ser prioridad
para que en las próximas elecciones legislativas que son en diciembre,
el presidente Chávez pueda conseguir mayoría. Esa instancia va a ser muy
peleada, porque Chávez tiene un apoyo de casi un 10% más que su partido
y que sus candidatos. Lo que indica que realmente las elecciones
parlamentarias van a ser muy peleadas porque el funcionamiento de
gobernadores y algunos legisladores, fue menos correcto de lo que debe
ser. Por eso el gobierno debe cambiar el sistema de selección de
candidatos. En vez de ser la cúpula partidaria, debe abrir un proceso de
nominación y selección desde abajo, desde el pueblo, para seleccionar
candidatos en forma más justa, identificados con los intereses
populares. Y desechar a los dirigentes flojos, corruptos o que no han
cumplido sus tareas.
Asimismo, Washington está ahora en la tarea de canalizar dinero para
las elecciones parlamentarias, buscando explotar alguna brecha entre el
Presidente y los candidatos al Congreso; mientras que el gran tema para
la oposición es mantener la unidad entre los treinta gatos peleados en
la bolsa de la oposición. En esta elección la derecha recibió mucho
dinero y a partir de eso pudieron exigir que distintos partidos se
unifiquen atrás de un candidato. Pero en las elecciones legislativas y
de gobernadores, cada grupúsculo, cada secta quiere tener su candidato.
Va a ser una bolsa de gatos luchando entre ellos para imponer una u otra
preferencia. Y eso va a debilitar la organización de la derecha.
En todo caso, el hecho de que Hugo Chávez haya ganado fortalece la
lucha de los pueblos que buscan cambios sociales. Es un gran aporte a la
integración americana y contra la dependencia de los Estados Unidos. No
hay ninguna duda ahora de que Venezuela va a seguir con las relaciones
de cooperación y ayuda a los países del Caribe, de Centroamérica, con
las subvenciones a la venta de petróleo, apoyando a Cuba con el
intercambio de médicos para Venezuela y petróleo para Cuba, y otras
cosas más a lo largo y ancho del mundo.
El hecho de que Chávez haya ganado se ve como una gran derrota no
sólo para la derecha venezolana, sino y sobre todo, para los Estados
Unidos. A pesar de que Washington mandó sus felicitaciones sobre el
proceso electoral, lo hizo en forma muy ambigua, felicitó por las
elecciones pacíficas pero no mencionan el éxito de Chávez, porque el
programa social de Chávez es una alternativa real a las políticas
neoliberales, a los recortes en Europa.
Por tanto tiene enormes consecuencias internacionales muy favorables a
la lucha de los pueblos para sus propias reivindicaciones contra el
contraataque de la derecha.
En otro orden, queremos resaltar que la izquierda tiene la capacidad
de proyectar un programa social y es un hecho determinante. La izquierda
conciliadora, la izquierda de centro izquierda neoliberal, no tiene esa
capacidad y cuando están en crisis pierden, como lo hemos visto en
Europa del sur, en España, Portugal, Grecia y ahora Francia con Hollande
que está perdiendo apoyo. Y podríamos decir que la izquierda o la
pseudo izquierda, que busca conciliar con el Fondo Monetario siempre
pierde; mientras que Chávez manteniendo la independencia, con una
política de recuperación económica, manteniendo los programas sociales,
rechazando los recortes sociales, muestra cuál es el camino para
conservar el poder y avanzar en los intereses del pueblo.
Chávez no está a favor de la reconciliación con el gran capital y esa fue la forma de ganar su cuarto período de gobierno.
EChI: Si te parece podemos analizar las elecciones para alcaldes y concejales realizadas en Brasil este domingo también.
JP: Si, tenemos dos elecciones importantes que destacan del resto. En
Río de Janeiro el candidato oficialista de centro derecha apoyado por
el PT, Eduardo Paes, fue reelecto y consiguió una mayoría absoluta con
un 65%, pero debemos anotar una cosa importante: el Partido Socialismo y
Libertad (PSOL) obtuvo casi un tercio de los votos con el 28%. Es la
primera vez que este partido de centro izquierda, un partido
socializante, pudo avanzar en esta forma sin ser la alternativa.
Ahora, Río de Janeiro tiene sus particularidades que tenemos que
tomar en cuenta pero parece que hay un resurgimiento electoral entre
algunos sectores de izquierda, aunque no es un fenómeno generalizado.
En San Pablo habrá que ir a segunda vuelta, porque el candidato de la
derecha dura, José Serra (del Partido de la Social Democracia
Brasileña), sólo consiguió el 31% y va a la segunda vuelta con Fernando
Haddad (del PT), que consiguió el 29%.
Ahora, entre los dos candidatos no hay grandes diferencias, son sólo
diferencias al margen. Haddad tiene el apoyo de Lula, está más a favor
de políticas sociales en algún sentido, como contra la pobreza, pero
frente a los grandes intereses financieros y los grandes intereses del
capital extranjero, ambos candidatos tienen sus propios acercamientos
con las cúpulas. Pero no está garantizado que la derecha gane con Serra,
creo que hay tanto descontento con el gobierno del PT como con la
oposición, por lo que puede terminar siendo una elección muy apretada.
En el resto de Brasil no vemos ningún gran cambio. Los escándalos
políticos, la corrupción, parece que no afectarán tanto al electorado
como los acontecimientos y temas locales, estatales y municipales. La
gente vota según la correlación de fuerzas local. Incluso en Amazonas,
un colombiano naturalizado, un capitalista, pudo introducir suficiente
dinero como para ganar la gobernación (Carlos Amastha ganó los comicios
en Palmas, ciudad amazónica capital del estado de Tocantins).
En este sentido, el dinero sigue siendo el factor determinante en
muchos Estados de Brasil y la izquierda sigue siendo muy débil
electoralmente y encima esta dividida en dos o tres fracciones.
Las luchas tienen como meta en este contexto mantenerse a partir de
los movimientos sociales. Las elecciones municipales son indicadores, un
barómetro, sobre como la gente va a votar; pero no son instrumentos
para mejorar las condiciones de vida del pueblo. Desafortunadamente el
PT ha hecho un viraje a la derecha y ha dejado sin representación a los
grandes sectores populares y sindicales.
EChI: En España hay un gran tembladeral, no sólo económico sino político.
JP: Si, la situación en España es dramática. Hemos visto fotos de
gente que ha perdido casas, familias sin empleo, han aumentado los sin
casa y los jóvenes no pueden salir de la casa de sus padres. La tasa de
desocupación es de 25% en general y alcanza el 51% en el caso de los
jóvenes. Los salarios han bajado, la inseguridad del empleado público ha
crecido, no hay ningún trabajo fijo ahora, cualquier funcionario puede
perder su trabajo y de hecho hay miles que perdieron su fuente de
trabajo que mantenían incluso hace 30 años o más. Hay personas de 50 y
60 años, casi a punto de jubilarse, que quedaron en la calle. Las
pensiones están bajando, los pensionistas sufren y –según me dicen- los
que tienen más suerte pueden comprar un pollo por semana. En tanto, los
desocupados están desesperados, porque van tres años de crisis
económica, y cualquier joven con algún nivel de calificación sale de
España hacia Argentina, Uruguay, hacia Perú, Venezuela, cualquier parte
que puedan; los que hablan inglés o francés salen a otras partes, donde
puedan conseguir trabajo; no ven la posibilidad de mejorar.
El gobierno de Rajoy está en proceso de desintegración, no digo que
va a caer mañana, pero ha perdido a la clase media que era su base
sólida y ya ha perdido en Madrid un gran sector de clase media y
pequeños comerciantes que están en bancarrota. El problema clave es que
la gente no sabe que opción política tiene, a donde ir, entonces sale a
la calle. Los socialistas precipitaron la crisis y ofrecieron más palos
que soluciones; los poscomunistas siguen al margen; solo queda la huelga
general para expresar la frustración y la desesperación.
Los dirigentes sindicales hablan de una huelga general para el 15 de
noviembre pero las cosas están avanzando, el país arde, creo que
cualquier cosa puede pasar entre ahora y el 15 de noviembre, la gente no
aguanta más porque los recortes cada vez eliminan más posibilidades de
tener una vida decente.
EChI: Por último Petras, ¿cómo puede terminar la tensión entre Turquía y Siria?
JP: Ya están en una guerra de baja intensidad. Los turcos están
tratando por todas las maneras de provocar una guerra, lanzando misiles a
diario contra Siria, anunciando que están preparados para una guerra,
exigiendo que Washington y la OTAN organicen un territorio controlado
para ellos en Siria.
Es una situación muy dramática, Turquía está actuando contra Siria de
la misma manera que Israel actúa contra Palestina. Es una agresión
insólita. Ahora, el pueblo turco está muy dividido, las últimas
encuestas indican que el 60 y pico por ciento de los turcos está en
contra de una guerra con Siria. Entonces a pesar de que Erdogan –el
primer ministro turco- está buscando una confrontación militar, tiene
que enfrentar una fuerte oposición interna, incluso hay mucho
descontento en el Ejército y en la interna del propio gobierno. En ese
sentido, Washington esta preocupado porque Turquía podría entrar en
crisis y precipitar otro frente de conflictos violentos.
Por lo que podríamos decir que Erdogan está más aventurero que Obama
en este momento, pese a que ambos quieren tumbar al gobierno sirio. La
agresividad de Erdogan supera la capacidad de la OTAN en este momento de
entrar en guerra con Siria, prefieren utilizar los terroristas
extranjeros -de la Yihad, de Al Qaeda-, prefieren utilizar mercenarios
como intermediarios y no meterse directamente en el conflicto.