Álvarez
miércoles, 18 de julio de 2012
El
ministro de la guerra del imperialismo estadounidense Leon Panetta,
anterior máximo jefe del servicio secreto CIA, ha hecho unas altamente
significativas declaraciones que suponen ni más ni menos que la
responsabilización por parte de su gobierno del acto criminal que ha
costado la vida a los máximos dirigentes del aparato de seguridad y
militar de la República Árabe siria mientras mantenían una reunión para
coordinar las distintas ofensivas en marcha. Este individuo ha afirmado
tras conocerse la noticia que hay que “ejercer presión máxima” para
derrocar al Baas y al presidente Al Assad. Este magnicidio es lo que
entiende por “presión máxima”.
Se
trata de un magnicidio contra destacados luchadores militares sirios
que ya han sido reemplazados para que la contraofensiva militar,
nacional, popular antimperialista sea fulminante y congele en la boca la
sonrisa de satisfacción del señor Panetta, la señora Clinton, el jefe
de ambos Obama, el presidente francés Hollande, el sionista Netanyahu,
el lacayo turco Erdogan y los corrompidos príncipes sauditas
seudoárabes.
Un
terrorista probablemente entrenado en Turquía ha conseguido penetrar en
el edificio de la seguridad nacional en Damasco detonando explosivos y
matando al ministro de Defensa general Daud Abdallah Rajha que también
era segundo jefe del ejército y vicepresidente del Consejo de Ministros y
al viceministro de Defensa general Assef Shawkat. Al parecer están
heridos el ministro del Interior Mohamed Ibrahim al Chaar, el jefe de la
seguridad nacional Hicham Ikhtar y el general Hassan Turkmeni.