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lunes, 11 de junio de 2012

A VER SI PIERDE ESPAÑA

 

Perdido en el Desierto
A ver si pierde España. A ver si hoy nos meten 15 goles, se vuelven con la roja, con todo el circo y con el utillero.
A ver si dejan de dar el coñazo con que somos los mejores, con que tenemos que estar unidos, con que tenemos un sentimiento común, con que somos la mejor nación, con que es la ilusión de todo un país.
A ver si tengo que dejar de sentir los colores por cuatro tipos jugando al fútbol y puedo sentirme orgulloso por los trabajadores, escritores, ingenieros y científicos de este país. Orgulloso de un país donde hay personas y no cabras. Y cabrones.
A ver si dejan de desviar la atención con el maldito fútbol, con el circo, y con las tres horas de deportes después del telediario.
A ver si alguien explica a la gente lo que es ser rescatado y no si va a salir Llorente, Torres, Negredo, Rajoy o su #€¬#€¬ *(1). Que bien triste es saber el lateral izquierdo de Polonia y no saber a quién votas ni por qué, ni qué hacen ni por qué.
A ver si pierde España y salimos un millón de personas a las calles de Madrid a pedir, no, que pedir, a exigir al gobierno que agache las orejas y se vaya lo más cerca a Laponia, o a Sebastopol. A exigir que metan a los ladrones a la cárcel. A los que se lo han llevado crudo devolverlo. Todo. Euro por euro. Cigala por cigala.
A ver si pierde España y les hacemos pagar a hostias cada parado, cada persona durmiendo en la calle, cada deprimido por perder el trabajo, cada persona que pasa hambre, cada año de retraso a lo que nos han llevado.
A ver si quitan de la televisión el fútbol, la formula 1, el tenis, el baloncesto y hasta el curling y ponen un mensaje 24 horas al día en todos los canales: estáis jodidos, os hemos jodido, y os vamos a joder. Os hemos engañado, os estamos engañando y os vamos a engañar porque fuisteis tontos, sois tontos, y seguiréis siendo tontos. Y no hicisteis, ni hacéis ni haréis nada por evitarlo. Tontos. Esto no es una democracia ni se le parece. Tontos.
A ver si pierde España y la gente no se atonta, porque vivimos en una vergüenza de país, donde se aplaude y se vota al ladrón y al mentiroso, donde nadie hace nada, y al que hace se le critica, insulta y vapulea.
A ver si pierde España y la gente se da cuenta de que “Bankia no es tremendamente solvente” y de que si España es un país sólido no necesitaría ayuda. De que decir ”El Gobierno logra un préstamo de hasta 100.000 millones para la banca sin condiciones” es un insulto a la inteligencia. De que se ríen de nosotros todos los días. De que no vamos a tener nunca ni una casa, ni un trabajo, ni un futuro. De que han hipotecado al país tapando mentiras con más mentiras. De que no es una crisis, es una estafa, donde unos ganan y todos pagamos.
A ver si pierde España, deja la gente de drogarse, nos paramos a pensar, nos plantamos, y reaccionamos.
*(1) Nota del traductor: su puta madre.

REINTERPRETANDO LA PRIMAVERA ARABE

Manuel Navarrete

Sesgo analítico

Si hay algo que la izquierda debería tener meridianamente claro es que los medios de comunicación son multinacionales y, en consecuencia, construyen sus noticias en función de los intereses de las multinacionales.

Sorprende, por tanto, ver que para muchos autoconsiderados anticapitalistas las revueltas en los países árabes serían, al igual que para la prensa o la televisión burguesas, “concentraciones pacíficas” de “indignados” convocadas por “facebook o twitter” en contra de “dictadores populistas” y en pos de instaurar una “democracia” burguesa.

Una visión tan tremendamente sesgada (y antimarxista) sólo puede provenir de la misma ingenua autocomplacencia que lleva a muchos al frívolo pacifismo, a tratar de convencer a la policía de nuestra inmaculada benevolencia, a idealizar la manifestación (convertida en un paseo folclórico y guay más propio de Carlinhos Brown que de obreros realmente preocupados por su dramática situación) como el único método de lucha posible.

¿El único? No. También está el circo electoral, al que muchas capillas tratan de presentarse. Y todo ello en un momento en el que, precisamente, las masas empiezan a comprender que “lo llaman democracia y no lo es”, que “no nos representan” y que, en suma, votar qué partido te machacará desde el parlamento no es democracia. Olvidando, por tanto, el papel que debe tener una organización de vanguardia. Retrasando el nivel de conciencia de las masas. Reforzando su alienación política y sus ilusiones democrático-burguesas.



Causas profundas

Tal vez porque todo está interrelacionado, clarificar lo acaecido en el mundo árabe puede ayudarnos a mejorar nuestro diagnóstico sobre las tareas pendientes aquí, en la metrópoli del imperio. Y es que, desde una perspectiva marxista (o simplemente seria) las raíces de las revueltas árabes no deben buscarse en la escasa “división de poderes” o en las imperfectas “Constituciones” de esos países, sino en la dependencia económica y financiera de esos países, el enorme endeudamiento inmobiliario de los hogares, la geopolítica de los hidrocarburos y el intervencionismo de los distintos bloques imperialistas.

No estamos ante movimientos “espontáneos”, sino ante dinámicas populares de larga duración, que hunden sus raíces en las Revueltas del Pan de los años 70 y 80, que fueron provocadas por los programas de ajuste estructural o, por emplear la nomenklatura actual, por los “planes de austeridad” del FMI.

A finales de 2010 se volvió a producir un repunte histórico de los precios mundiales de los productos alimenticios. Esta fue la chispa que hacía falta para desencadenar el proceso. Pero si las causas no son las que nos decía la tele, tampoco lo fueron los métodos. El sabotaje, el bloqueo de carreteras, la huelga y el enfrentamiento directo con las fuerzas del orden fueron la verdadera cara de la primavera árabe, más allá de pacifismos idealizados que olvidan que si el golpe lo recibes solamente tú, la violencia no desaparece sino que perpetúa la injusticia, y que la India posterior a Gandhi siguió y sigue siendo una sociedad de castas.

Además, la oleada huelguística en Egipto, por ejemplo, se desarrolló contra la voluntad de la Federación Nacional de Sindicatos Egipcios, que representa algo similar a las CC OO y UGT del Estado español. En Túnez sucedió casi exactamente igual: las huelgas fueron promovidas por los trabajadores, totalmente al margen de la Unión General de Trabajadores Tunecinos, que las rechazó explícitamente. Lo mismo podría decirse en el caso de Argelia: la Unión General de Trabajadores Argelinos era conciliadora y opuesta a las movilizaciones. Esto es algo de lo que muchos autodenominados anticapitalistas, con su insistencia en seguir dentro de los sindicatos del régimen (CC OO y UGT) para “cambiarlos desde dentro”, deberían aprender.



Carencias organizativas

La primavera árabe ha carecido de líderes o actores políticos claros. Nada más fácil de idealizar para un sector ingenuo del Movimiento 15-M. Sin embargo, ha sido esa carencia de estructuras claras que funcionaran como el germen de un nuevo Poder Popular el que ha hecho naufragar los procesos. Incluso en aquellos casos en los que los gobiernos han sido tumbados, como en Túnez y Egipto, ha sido imposible evitar que la gobernanza sea conquistada por hombres de negocios que ahora se reparten los cargos en los ministerios y aceleran las privatizaciones.

Las revueltas han atacado la parte visible de los sistemas políticos, como por ejemplo las familias en el poder. Pero no han arremetido contra el entramado de dispositivos de rapiña económica tejido por esas y otras familias. De este modo, las legítimas revueltas populares parecen haber sido derrotadas, al ser aprovechadas por una oligarquía que, además, ha agravado las divisiones confesionales y etno-culturales existentes, aparte de acordar con el imperialismo la seguridad de las inversiones extranjeras y la de Israel, así como el control de la emigración o las privatizaciones deseadas por las multinacionales.

Visto esto, y a despecho de mucho indignado, nadie serio puede decir que la ausencia de actores políticos claros y de liderazgos ha sido positiva en pos de la consecución de los objetivos de estos movimientos.



Manipulaciones imperialistas

También habría que hablar de Bahréin, cuyo levantamiento fue sofocado por una intervención militar saudí, sin recibir la menor solidaridad por parte de una progresía europea (y, lo que es peor, a menudo europeísta) que, tal vez, esperaba a que la tele le avisara de que debía condenar estos actos perpetrados por un país amigo del rey y de las petroleras.

Pero, sin embargo, el punto más polémico de este asunto atañe a lo acaecido en Libia y Siria. Comienzan aquí las curiosidades. A diferencia de lo sucedido en Túnez, Egipto, Argelia, Marruecos o Bahrein, los gobiernos de los países imperialistas sí se han pronunciado inmediatamente para apoyar a los “rebeldes” libios y sirios. Otro dato significativo es que, a diferencia de en el resto de países, en Libia y Siria el movimiento obrero no ha tenido ningún protagonismo en esta revuelta (los comunistas sirios, directamente, han advertido de una operación organizada desde el exterior y similar a la de Libia).

Santiago Alba Rico nos ha recordado que no debemos simplificar las cosas haciendo, automáticamente, lo contrario de lo que hagan nuestros gobiernos o medios de comunicación. Y es cierto. Sin embargo, tampoco debemos caer en los siguientes peligros:

  1. El orientalismo de creer que todo lo que ocurra en todos los países árabes va a ser exactamente lo mismo, analizando realidades tan complejas como una simple unidad.
  2. El error de considerar que los procesos son simples, es decir, que no pueden tener fases sucesivas en las que se modifiquen sus actores o su carácter de clase.

Este segundo error es particularmente preocupante, porque imposibilita entender lo acaecido. Y es que el proceso libio ha tenido dos fases clarísimas, que, sorprendentemente, parecen haber pasado inadvertidas a los más complejos pensadores:

  1. En un primer momento, se produjeron una serie de protestas en la Cirenaica, realmente reprimidas por el gobierno libio (aunque, sí, dicha represión fuera ostentosamente exagerada por la prensa capitalista).
  2. Pero pronto se entró en una segunda etapa: con la resolución 1974 de la ONU se creó una “zona de exclusión aérea”, que suponía, hablando en plata, bombardear a las tropas libias, supuestamente para frenar la represión. Sin embargo, inmediatamente, los bombardeos de la OTAN se desviaron hacia un objetivo muy diferente y no autorizado por la resolución: derrocar al gobierno y reemplazarlo por un gobierno basado en los títeres del Consejo Nacional de Transición.

Es decir, dentro del proceso libio existen dos fases sucesivas: la primera, podía ser apoyada por la izquierda, en tanto que legítima movilización popular. Pero la segunda, al ser liderada por el reaccionario CNT, y además en alianza con la OTAN (que no tiene en su agenda apoyar procesos emancipadores), no puede ser defendida por nadie que se considere de izquierdas.



Confusiones sembradas

Sin embargo, la confusión fue sembrada por intelectuales como Gilbert Achcar, vinculado al NPA francés, que defendió que, en este excepcional caso, la OTAN trataba de “salvar vidas”, ya que la represión de Gadafi era para este intelectual más letal que la propia OTAN. Eso mismo afirmaban preocupados unos medios de comunicación que, no tan apocalípticos, han silenciado durante décadas las atrocidades cometidas por el Estado terrorista de Israel contra la población palestina.

No faltaron tampoco partidos trotskistas como el antiguo PRT (que ahora ha usurpado las siglas de “Corriente Roja”) insistiendo en la idea de que cualquier posición anti-injerencista implicaba “alinearse con un dictador como Gadafi”, a pesar de que ellos mismos mostraran una postura anti-injerencista sólo unos años antes, cuando se perpetró la invasión contra el Irak de Sadam Hussein (tirano donde los hubiera y represor del pueblo kurdo).

Por suerte, los sectores más sanos de la izquierda comprendieron enseguida que el apoyo al proceso era sencillamente inadmisible para alguien de izquierdas, a la vista del carácter de clase del movimiento realmente existente tras el inicio de la segunda fase del proceso libio. Un movimiento golpista armado con armamento pesado por la OTAN, como escisión del poder de Gadafi, liderado por antiguos colaboradores (e incluso ex ministros) de éste, además de por los fundamentalistas reaccionarios de Al Qaeda, y lejos de corresponder a unos partidarios de cualquier tipo de democracia popular.

Las tribus del Este iban conquistando territorios en detrimento de las del Oeste y, a diferencia de lo sucedido en Egipto y Túnez, ninguna fuerza obrera o al menos civil ha representado un contrapoder frente al CNT. La población negra del sur de Libia y los trabajadores inmigrantes del África subsahariana han sido masacrados por los “rebeldes”. El CNT ha acordado con los países de la OTAN implicados en la invasión y el derrocamiento de Gadafi la prioridad en los futuros contratos del petróleo y el gas libios (una riqueza natural evaluada en 400.000 millones de dólares). La Sharia o Ley Islámica ha sido instaurada, sin esperar a ninguna consulta popular.



Inexistentes rectificaciones

Pero, eso sí, nadie en la izquierda ha visto la necesidad de rectificar. Lejos de rectificar, muchos se empeñan en caer por segunda vez en la misma piedra, defendiendo el carácter bucólico y revolucionario del CNS (Consejo Nacional Sirio), a todas luces similar al CNT libio. Y todo parece indicar que harán lo propio en Irán o cualquier otro país cuando la prensa y la OTAN lo requieran.

Y, sin embargo, por supuesto Libia no era Cuba. No era un modelo a seguir. Llevaba años abriendo sus puertas a las multinacionales extranjeras. El gobierno era autoritario. Pero no debe olvidarse un hecho: los medios de comunicación buscaron señales de miseria en Libia para tratar de explicar la revuelta que se estaba produciendo. Fue en vano.

Estamos hablando del que era el país con mayor nivel de vida de África. Un país que contaba con fuertes políticas sociales (en agua, electricidad, vivienda), numerosos créditos (a menudo a fondo perdido) y generosas subvenciones estatales, posibilitadas por unos grandes ingresos petroleros para una población no muy numerosa. Se piense lo que se piense de Gadafi, la desaparición de todas esas políticas sociales que ha conllevado la llegada al poder del CNT es una noticia catastrófica desde una perspectiva revolucionaria.



Conclusiones

Pero lo sé: muchos pensarán que no debería haber introducido el párrafo anterior. No faltará el listo que diga que eso implica “apoyar dictadores”. Debería estar acomplejado, por oportunismo y cobardía política. Debería silenciar realidades sociales por miedo a lo que digan de mí. Sin embargo, creo que, al menos, tendrá que admitirse que el hecho de que la población viviera con dignidad puede emplearse como irrefutable argumento de que esa rebelión popular de la Cirenaica, impotente y minoritaria, sólo pudo ser catapultada al poder desde el exterior.

Por otro lado, desde el Estado español, poco podíamos hacer por provocar una deseable revolución que acabara con Gadafi e instaurara un poder socialista en Libia para profundizar las conquistas sociales. Sin embargo, sí podíamos generar una corriente de opinión pública opuesta a las aventuras imperialistas del ejército español y de la OTAN, en pos de detener sus inmisericordes bombardeos, de impedir la salida de los aviones. ¿Acaso lo hicimos?

Las lecciones que podemos extraer de las revueltas árabes, de sus derrotas y de sus instrumentalizaciones están claras. No debemos emplear los poderes del sistema, incluyendo a sus sindicatos vendidos, sino que debemos generar nuestro propio contrapoder popular. No debemos contentarnos con acabar con las manifestaciones más odiosas y superficiales del sistema, dejando el poder vacío, sino que debemos ocupar el poder y transformarlo. No debemos confiar en las “revoluciones de colores” que promueva el imperialismo, sino tener un criterio propio e independiente de los medios de comunicación.

Hemos hablado de derrotas, pero el mundo es una caldera. Tal vez vayamos perdiendo, pero no hemos perdido. Tal vez no sean tiempos tan malos para los revolucionarios. Los poderes tiemblan ante unas masas que comienzan a despertar, a comprender que las cartas están marcadas, que hay que romper la baraja.

ELECCIONES MEXICANAS EN MEDIO DE UNA CRISIS MUNDIAL

11 de junio del 2012.
 
 
La intensa campaña electoral mexicana hace que algunos de sus protagonistas, concentrados en la política interna, no miren con la atención necesaria la crisis financiera que golpea a todos los países, en especial a la zona euro desde el 2007. Una crisis en donde la especulación ha sido el motor de ese desastre financiero.
En una intervención en radio, Ricardo Monreal, coordinador de campaña de AMLO especulaba diciendo que los “asesores extranjeros” de Enrique Peña Nieto (EPN) en “la segunda etapa van a culpar de la crisis financiera europea y que tendrá repercusión en México con la devaluación, culpar a Andrés Manuel de la devaluación del peso”.

Al escuchar esto, recuerdo la última cumbre europea de diciembre 2011 marcada por publicación del diario británico The Financial Times en donde aseguraban, con el mismo énfasis que ponía Monreal, que a la “zona euro le quedaban 10 días, a lo mucho”.

 Pero aún más marcado quedé a inicios de diciembre cuando junto a una colega platicamos en Paris con Pascal Bernachon, gerente de operaciones del banco privado KBL RICHELIEU y nos dijo, “hablen de la fractura del euro, pero al mencionar eso deben de decirle a su público también a quien se va a beneficiar”.

Por supuesto que a nadie beneficiaría, el mensaje era claro, hay que ponerle fin a la especulación.

Seis meses después la pregunta para Monreal, sería parecida, ¿a quien beneficia en este caso la devaluación del peso? Y si culpan a Andrés Manuel López Obrador (AMLO) yo no me preocuparía si es o no el culpable, porque por sentido común AMLO no es el culpable y tampoco cambiará el curso actual de economía mundial.

Como dijo el presidente de Francia, François Hollande en su campaña, “tenemos un enemigo en común, el mundo de las finanzas”. Para dar un panorama de cómo los países latinos ven la incertidumbre financiera, durante el 4º Foro Económico de América Latina y el Caribe que se desarrolló en el ministerio de finanzas de Francia el pasado 26 de mayo en Paris, el ministro de hacienda de Colombia, Juan Carlos Echeverri, habló con la televisora mexicana UnoTv y a la agencia Notimex sobre la crisis mundial y señaló : “La verdad es que hay un problema muy serio y se tiene que reventar. Tiene que haber devaluación de monedas y hasta no oir eso, yo solo oigo hablar de reformas estructurales, reformas estructurales, solo reformas estructurales y yo ya he estado en una crisis económica, la manejé hace 10 años en Colombia y si no hay devaluación es difícil que las reformas estructurales se hagan por si misma la tarea.”

Sobre cómo afectará la actual crisis la economía de Colombia así como a la región de América Latina, Juan Carlos Echeverri dijo “no sabemos la severidad, no sabemos la duración, de manera que nos hemos preparado de la mejor manera posible, oleaje va haber y el barco se va a mover.”

Devaluación va a haber, no como la que conoció México en 1994, pero va haber, al momento en que escribo esto el peso mexicano anda en 14,313 pesos por dólar americano y 17,797 pesos por euro. Hasta hace unas semanas podíamos ver que un dólar americano equivalía a 11 pesos mexicanos.

Habría que señalar a Monreal que culpable será AMLO si llega a la presidencia sin un plan concreto para enfrentar los factores de desestabilización económicos externos, porque hoy México es una economía emergente, y debe comportarse a la altura y no volver a tropezar con la fatídica piedra de la especulación y mucho menos victimizarse por esos factores externos

España y Grecia – por ejemplo - concentran las principales preocupaciones europeas, por el efecto de contagio que puedan tener. España, porque hay temor por la extrema debilidad de su sistema financiero; y Grecia, porque aún puede verse obligada a abandonar la Zona Euro, con todas las implicaciones que acarrea; y también porque no hay certidumbre de que los griegos quieran sujetarse a las obligaciones que les requiere la Comunidad Europea, liderada por Alemania.

Ya hemos vivido el efecto cambiario que esa evolución nos acarreó en las últimas fechas, con inestabilidad y depreciación cambiaria en México; y hemos experimentado una creciente debilidad de nuestro sector industrial, que en producción y contratación de empleos fue cayendo trimestre tras trimestre a lo largo del año pasado.

Y, de ser correcta la apreciación del gobernador del Banco de México, de que el peso se ha depreciado demasiado por la inusitada demanda de divisas recientemente, el efecto negativo para los importadores se verá compensado por lo atractivo que los productos mexicanos serán para los importadores internacionales.
Pero el hecho sigue siendo el costo que ha implicado la política mexicana de propiciar una reserva internacional tan alta; por un lado, porque esos dólares, invertidos en el exterior a tasas tan bajas, contrastan con las tasas altas que ofrecemos a los inversionistas para que traigan sus dólares a México. Qué bueno que el Banco de México no está en el negocio para ganar dinero, porque con esos costos tan altos y esos ingresos tan bajos ya hubiera quebrado.

Y como si fuera poco, esas reservas no son sino capitales golondrinos, que al primer signo de dificultad, o que no les salgan bien las cuentas, veremos lo que es depender de esos capitales voladores como la base de nuestras reservas internacionales.

El momento no es alentador y hay más señales mundiales que apuntan hacia el lado negativo. Estados Unidos reportó que las empresas están reduciendo sus pedidos de computadoras, maquinaria, aeronaves y otros bienes duraderos, señal del pesimismo empresarial. El índice MSCI World, que da seguimiento a los mercados de todo el mundo, ha caído en más de 9% desde mediados de marzo y, por su parte, los precios de crudo de petróleo cayeron 15% en mayo. David Resler, economista de Nomura Securities, dijo recientemente que los peligros de la desaceleración en Europa están afectando a la economía global.

El premio Nobel de Economía, Paul Krugman, en un reciente artículo titulado “Eurodammerung”, prevé que en cuestión de meses habrá una ruptura total en Europa; que iniciará con la salida de Grecia de la Zona Euro probablemente y ve posible el fin de la Zona Euro en unos meses más, si Alemania no acepta una drástica revisión de la estrategia contra la crisis.

Krugman cree que una vez que se dé el abandono del euro por Grecia, los bancos españoles e italianos, muy debilitados ambos, experimentarán enormes retiradas de dinero, que reclamará de Europa medidas adicionales de emergencia para evitar peores efectos.

Las semanas recientes han sido de creciente tensión en la economía mundial. En los mercados se encienden focos rojos y los indicadores financieros, productivos y de empleo empeoran. Hasta el momento, las propuestas políticas y técnicas que se ofrecen cono alternativa no parecen detener el curso del deterioro. Esta disfuncionalidad no puede durar mucho tiempo, de lo contrario nadie pensará en lo que pasa en Grecia o en México, la inquietud será por las principales economías del mundo y en su efecto devastador para el mundo.

Recordemos que en una crisis, la economía de Estados Unidos es la primera en pasar la factura al país Azteca, y también la puede pasar la crisis bancaria española. Los bancos de esos dos países tienen una posición dominante en el sistema financiero mexicana.

Ignoro si Monreal tenía presente en el debate mencionado la posición de Paul Krugman. Sostiene que la política adecuada es inyectar liquidez a la economía mediante el gasto público, el que sea necesario, para estimular el consumo de las familias y los pedidos a las empresas. Según él la crisis no tiene todavía un componente estructural y hay que proveer las fuentes del gasto. (No es casual que su libro más reciente se titule End this depression now! ). El ajuste queda para después cuando, se supone habrá expansión.
Del otro lado están quienes no ven más allá del ajuste de la deuda y el déficit públicos. No importa que esto se imponga en plena recesión y que los hechos muestren que ésta se profundiza. El saneamiento hoy, aseveran, creará las condiciones del crecimiento estable de mañana. Cabe preguntar en qué condiciones quedará la sociedad cuando eso sea realizable.

En México, como la discusión que mencionábamos del Senador Ricardo Monreal, preocupado de que su candidato presidencial no cargara con la responsabilidad de una crisis mundial, las cosas se analizan con óptica más política que económico/financiera

Pero si hay un cordón umbilical entre la banca mexicana y la banca española no pueden más que preocuparse de, por ejemplo, que el gobierno español se resiste a la investigación oficial de la quiebra de Bankia, el tercer banco más grande de ese país. El rescate equivale a 23 mil millones de euros (más que el recorte en sanidad y salud impuesto por el gobierno) y, no obstante, no se considera necesaria ninguna transparencia con respecto a la gestión de los administradores o de la injerencia de los partidos políticos.
Cualquier índice negativo de la economía estadounidense tiene un efecto inmediato en la de México, cuyas principales actividades económicas y financieras tiene una dependencia pactada, aceptada y ratificada por los últimos gobiernos desde los años 90. Si bien el candidato de Monreal, Andrés Manuel López Obrador, no puede ser considerado responsable de la depreciación del peso mexicano, su equipo económico hará bien en empaparse de la evolución de la crisis si aspira a hacerse con la presidencia.

Si AMLO llegara a triunfar, a partir del 1 de diciembre el paquete estará en sus manos.

DONDE SE DICE RESCATE, LEA RASCATE ( EL BOLSILLO)

El Estado al servicio de la banca

Los 100.000 millones de euros (16.600.000 millones de pesetas) del rescate se inyectan a la banca, pero es el Estado quien tiene que hacer frente a los intereses y avales en los plazos fijados por los prestamistas. Los intereses de ese crédito computarán como déficit y este irá sobre las espaldas de todos los ciudadanos en forma de deuda pública. Esta nueva línea de crédito aumentará, obviamente, la deuda soberana de España (no del negocio banca, como sería lo lógico) y encima no se separa lo fiscal de lo financiero.

Pagan los de siempre

Para tener liquidez y poder afrontar esos pagos, el Estado sacará  el dinero de los bolsillos de los trabajadores, esto es, subida del IVA, quita de salarios a los funcionarios, despidos, cambios a peor en pensiones, eliminación de ayudas sociales… Los prestamistas dejan claro que los 100.000 millones son un crédito al gobierno, no a tal o cual banco. Eso quiere decir que los que prestan tienen claro que la deuda se endosa –por lo que pueda pasar- al gobierno. Si ya era alta la deuda del Estado ahora  aumentará a unos niveles nunca vistos.

El que presta, manda

Los que prestan el dinero vigilarán y controlarán que el punto anterior se cumple con rigurosidad. El gobierno da un paso atrás definitivo en soberanía, las decisiones económicas (y por tanto también sociales) ya no se toman por administradores elegidos, llamémosle “democráticamente”, sino por los dueños de los 100.000 millones.

Primero ellos

Los créditos de este salvamento tienen prioridad absoluta sobre los acreedores privados, lo que significa que en el caso de quiebra cobran primero los rescatadores oficiales (el FMI, el BCE y la UE), y cobran sí o sí; y el resto asume las pérdidas del impago, como ya ha ocurrido en Grecia.

El dinero es para otra cosa

Aunque los voceros del sistema dicen que esta ayuda trae consigo el flujo del dinero y que volverá a hablarse de créditos, se trata de un nuevo engaño porque la mayoría de lo prestado es para tapar los enormes agujeros negros que tienen las propias entidades. Ese dinero, como era de esperar, jamás llegará a los particulares o a la pequeña y mediana empresa a precios razonables. Los grandes beneficiados del rescate son pues, los accionistas de esas empresas. Personajes que juegan con el dinero pero con las cartas marcadas. Cuando ganan dinero se lo guardan, compran oro, francos suizos o lo colocan en paraísos fiscales, y cuando se aproximan pérdidas viene dinero fresco a salvarlos pero que pagará el ciudadano común. Recordemos que el Estado ha venido comprando dinero al 6% (ante el temor de los prestamistas a que España no pueda devolver lo pedido), pero el Banco de España paga apenas un 1%.

Café para todos no, café irlandés

El rescate realizado es muy similar al que se produjo en Irlanda. También allí se dijo en su momento, y para que no sonara muy fuerte, que había una diferencia enorme entre rescatar a la banca y al país, pero al poco tiempo los prestamistas tomaron las riendas de todo. Pusieron algo más que condiciones sobre cómo administrar la política fiscal y macroeconómica. El gobierno es un mero títere al que le ponen por delante lo que debe hacer y decir.

No se salva nadie

Dada la composición del Estado español, las consecuencias en las Comunidades autónomas, diputaciones y gobiernos locales serán inmediatas. Cada euro será fiscalizado por unos señores que no entienden de cuestiones sociales o respeto por lo público sino de rentabilidad capitalista.

Los afectados de un modo inmediato

Los trabajadores de las entidades bancarias sufrirán despidos masivos en las próximas semanas por el cierre de cientos de sucursales, los que no, tendrán que aceptar recortes salvajes de conquistas laborales. Sus convenios colectivos serán papel mojado. Los sindicatos mayoritarios volverán a practicar su palabra favorita: pragmatismo.

Más pobres y encadenados

Si usted tiene vivienda propia (o paga hipoteca por una) verá como disminuye aún más el valor de la misma, al punto de seguir pagando una cantidad que no se corresponde con el valor actual del inmueble. Es probable que los bancos tengan que sacar al mercado su stock de viviendas.  Vender con urgencia impulsará hacia abajo los precios. Pero, lo que podría ser en teoría una buena nueva, se queda en nada ya que la disminución de poder adquisitivo de los trabajadores les imposibilitará la adquisición de propiedad alguna. Las familias deben entorno al 180% del PIB, una cifra que los propios economistas del sistema consideran de país quebrado.

Responsables brillando (por su ausencia)

Se pide dinero para salvar a los que provocaron la crisis. Una paradoja infame. No hay responsables. No entrará nadie en prisión ni irá a un banquillo de Tribunal alguno, por el contrario, es más que probable que los culpables del desastre sigan alternando en los palcos de los estadios, en las fiestas de la yet y se paseen como ilustrísimos señores diputados, senadores y asesores de empresas. Una casta inmune.

Lo que vendrá

Este rescate que ellos llaman “parcial”, y “sólo a la banca”, será el primer paso del “rescate  total” a medida que los datos corroboren que la economía no crece, que no hay forma de crear empelo y, por tanto, que los préstamos a los bancos no se devuelven. El Estado terminará, como consecuencia, asumiendo más intereses y deuda para  abonar. Un caos absoluto

La miseria se hace presente

Por lo anterior, resulta una obviedad que la pobreza adquirirá realidades dramáticas. Organizarse para paliar situaciones de hambre será una necesidad urgente que tendrá que acometer cada colectivo social, cada barrio, cada familia, cada grupo militante. Crear comedores sociales, posibilitar bolsas con comida y ayudas de todo tipo, pasan a ser prioridades.

Votar como ejercicio absurdo

En este marco no podrá haber gobierno futuro que no respete las condiciones de pago. PP y PSOE (y su aliados) ni chistarán, tendrán el compromiso de pagar y punto. El voto, por tanto, tendrá un carácter insignificante ya que la situación se presenta como irreversible dentro de unas instituciones que, ahora como nunca, enseñarán que han sido diseñadas para apuntalar el sistema capitalista y en contra del pueblo. La calle será el escenario de lucha, las urnas apenas una herramienta de los prestamistas.

LA FRASE DEL SIGLO XXI ( ¿ O ESTAMOS EN EL XIX?)

JM Álvarez

lunes, 11 de junio de 2012


 


"A mí nadie me ha presionado, el que he presionado he sido yo", Mariano Rajoy presidente del Gobierno que gestiona los intereses del régimen neofranquista. 


Respuesta unánime de la prensa internacional: Rajoy presenta el rescate como una "victoria", así entrecomillado para que no haya dudas de quién ha presionado a quién.

¿Qué más podemos decir de este pobre idiota, excepto que lo cuelguen de los testículos cabeza abajo, hasta que diga algo coherente?

Antes quedaría eunuco.

NI RESCATE NI PRESTAMOS: LUCHA OBRERA

 

lunes, 11 de junio de 2012

 

 
Los mineros asturianos han vuelto a cortar hoy varias carreteras. Es obvio que éstos pasan de la polémica sobre si lo del sábado fue rescate o préstamo. Sólo entienden de lucha obrera. Y así, bien tapaditos. No se lo van a poner a huevo a las Waffen SS del régimen. 

EP. -La nueva jornada de huelga en la minería vuelve a incluir cortes de carreteras, en distintas vías. Los mineros, que protestan por el recorte de las partidas destinadas a ayudar al carbón en los Presupuestos Generales del Estado (PGE), han cortado a las 8.20 horas de este lunes la AS-I, que conecta Mieres con Gijón, a la altura de Bendición, en el punto kilométrico 13.

También fue cortada a las 8.49 horas la A-64, en el punto kilométrico 14 (zona de la Pedrera), según las fuentes de Delegación del Gobierno consultadas por Europa Press.

La autopista de peaje que une León con Asturias también ha sido cerrada al tráfico. Así, la AP-66 ha sido cortada por los manifestantes a la altura de Barrios de Luna, en León.

LA OTAN PREPARA LA MAYOR OPERACION DE INTOXICACION DE LA HISTORIA

JM Álvarez

lunes, 11 de junio de 2011


 Países miembros de la OTAN y del Consejo de Seguridad del Golfo (CCG) están preparando un golpe de Estado y un genocidio sectario en Siria. Si usted desea oponerse a esos crímenes, actúe de inmediato. Haga circular este artículo a través de Internet y póngase en contacto con sus representantes democráticamente electos. 


Dentro de varios días, quizás a partir del mediodía del viernes 15 de junio, los sirios que traten de ver los canales nacionales sólo captarán en sus televisores otros canales creados por la CIA. Imágenes filmadas en estudio mostrarán masacres imputadas al gobierno, manifestaciones populares, ministros y generales dimitiendo, al presidente al-Assad dándose a la fuga, a los rebeldes reuniéndose en pleno centro de las grandes ciudades así como la llegada de un nuevo gobierno al palacio presidencial.

El objetivo de esa operación, dirigida directamente desde Washington por Ben Rhodes, consejero adjunto de seguridad nacional de Estados Unidos, es desmoralizar a los sirios y permitir así un golpe de Estado. La OTAN, luego de haberse estrellado contra el doble veto de Rusia y China en el Consejo de Seguridad de la ONU, lograría así conquistar Siria sin tener que atacarla ilegalmente. Sea cual sea la opinión de cada cual sobre lo que está sucediendo en Siria, Lo cierto es que un golpe de Estado pondría fin a toda esperanza de democratización.

De forma totalmente oficial, la Liga Árabe ha solicitado a los operadores de los satélites Arabsat y Nilesat que pongan fin a la retransmisión de los medios sirios, tanto públicos como privados (Syria TV, Al-Ekbariya, Ad-Dounia, Cham TV, etc.). Ya existe un precedente dado que la Liga Árabe impuso anteriormente la censura contra la televisión libia para impedir que los dirigentes de la Yamahiria pudieran comunicarse con su propio pueblo. No existe en Siria ninguna red hertziana en que los canales de televisión se capten exclusivamente vía satélite. Pero este corte no dejará las pantallas en blanco.

En efecto, esta decisión sólo es la parte visible del iceberg. Según nuestras informaciones, varias reuniones internacionales han tenido lugar esta semana para coordinar la operación de intoxicación. Las dos primeras reuniones, de naturaleza técnica, se desarrollaron en Doha (Qatar). La tercera, de carácter político, tuvo lugar en Riad, (Arabia Saudita).

En la primera reunión participaron los oficiales de guerra sicológica «incrustados» en varias televisiones satelitales, como Al-Arabiya, Al-Jazeera, BBC, CNN, Fox, France24, Future TV y MTV –ya es sabido que desde 1998 oficiales de la United States Army’s Psychological Operations Unit (PSYOP) han sido incorporados a la redacción de la CNN, práctica que la OTAN extendió después a otras estaciones televisivas de importancia estratégica. Estos oficiales redactaron de antemano una serie de noticias falsas, en función de una historia falsa concebida por el equipo de Ben Rhodes, en la Casa Blanca. Se estableció un procedimiento de validación recíproca en el que cada medio debe citar las mentiras de los demás para darles credibilidad a los ojos de los telespectadores. Los participantes decidieron además no limitarse a requisicionar únicamente los canales de la CIA para Siria y el Líbano (Barada, Future TV, MTV, Orient News, Syria Chaab, Syria Alghad), sino también unos 40 canales religiosos wahabitas que exhortarán a desatar masacres confesionales bajo la consigna «¡Los cristianos a Beirut, los alauitas a la tumba!»

En la segunda reunión participaron ingenieros y realizadores encargados de planificar la fabricación de imágenes de ficción, en las que se mezclan secuencias rodadas en estudios a cielo abierto con imágenes generadas por computadora. En estas últimas semanas se han montado, en Arabia Saudita, varios estudios que imitan los dos palacios presidenciales sirios y las principales plazas de Damasco, de Alepo y de Homs. Ya existían ese tipo de estudios en Doha, pero resultaban insuficientes dada la envergadura de la operación planteada.

En la tercera reunión participaron el general James B. Smith, embajador de Estados Unidos; un representante del Reino Unido y el príncipe saudita Bandar Bin Sultan, el mismo a quien el presidente George Bush padre designaba como su hijo adoptivo, al extremo que la prensa estadounidense comenzó a llamarlo «Bandar Bush». El objetivo de esta reunión fue coordinar la acción de los medios con la acción del «Ejército Sirio Libre», conformado esencialmente con los mercenarios a sueldo del príncipe Bandar.

La operación ya venía gestándose desde hace meses, pero el Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos decidió acelerarla después de que el presidente ruso Vladimir Putin notificó a la Casa Blanca que Rusia se opondrá por la fuerza a todo intento ilegal de intervención de la OTAN contra Siria.Esta operación comprende dos etapas simultáneas: por un lado, inundar los medios de noticias falsas, y por el otro, censurar o bloquear toda posibilidad de respuesta.

El hecho de prohibir las televisiones satelitales para desencadenar y dirigir una guerra no es nada nuevo. Bajo la presión de Israel, Estados Unidos y la Unión Europea han prohibido sucesivamente canales de televisión libaneses, palestinos, iraquíes, libios et iraníes. Ningún tipo de censura se ha impuesto contra canales vía satélite provenientes de otras regiones del mundo.La difusión de noticias falsas tampoco es nada nuevo. Cuatro pasos significativos en el arte de la propaganda se han dado por vez primera durante el último decenio.

En 1994, una estación de música pop, la Radio Libre de Mille Collines (RTML) dio la señal que desencadenó el genocidio ruandés al exhortar a «¡Matar a las cucarachas!».

En 2001, la OTAN utilizó los medios de prensa para imponer una interpretación de los atentados del 11 de septiembre y justificar los ataques contra Afganistán e Irak. Ya en aquella época fue Ben Rhodes el encargado de redactar, por orden de la administración Bush, el informe de la Comisión Kean Hamilton sobre los atentados.

En 2002, la CIA utilizó 5 canales (Televen, Globovisión, Meridiano, ValeTV y CMT, para hacer creer que enormes manifestaciones habían obligado al presidente democráticamente electo de Venezuela, Hugo Chávez, a renunciar a su cargo, cuando en realidad estaba siendo víctima de un golpe de Estado militar.

En 2011, France24 desempeñaba de facto el papel de ministerio de Información de Consejo Nacional Libio, al que incluso estaba vinculada por contrato. Durante la batalla de Trípoli, la OTAN hizo filmar en estudio y difundir a través de Al-Jazeera y de Al-Arabiya imágenes que mostraban a los rebeldes libios entrando en la plaza principal de la capital cuando en realidad se encontraban aún lejos de la ciudad, de manera que los habitantes, convencidos de que la guerra estaba perdida, cesaron toda resistencia.

Los medios de prensa ya no se conforman con apoyar la guerra. Ahora hacen la guerra. Este dispositivo viola los principios básicos del derecho internacional, empezando por el artículo 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos que estipula el derecho a «recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión». Y lo más importante es que viola las resoluciones de la Asamblea General de la ONU, adoptadas al término de la Segunda Guerra Mundial para prevenir las guerras. Las resoluciones 110, 381 y 819 prohíben «los obstáculos al libre intercambio de informaciones e ideas» (en este caso, el bloqueo de los canales sirios) y «la propaganda tendiente a provocar o estimular cualquier tipo de amenaza contra la paz, de ruptura de la paz o todo acto de agresión». A la luz del derecho, la propaganda a favor de la guerra es un crimen contra la paz. Es incluso el más grave de los crímenes, ya que hace posibles los crímenes de guerra y el genocidio.

Thierry Meyssan (Red Voltaire)

¿ POR QUE LO LLAMAN RESCATE CUANDO QUIEREN DECIR CONDENA?

 

Según la Comisión, España gastó desde 2008 hasta 2011 un total de 336.960 millones de euros en ayudas a los bancos. Un 31,7% del PIB de 2010. Es decir, la deuda pública por la que seremos intervenidos próximamente no es pública.
En la tarde de ayer pudimos escuchar de voz del ministro De Guindos, dada la vergonzosa incomparecencia del presidente Rajoy, que España solicitaría -tal como se había venido especulando los últimos días- un rescate por valor de 100.000 millones de euros. Aproximadamente, un 10% del PIB. El rescate está centrado en el sector financiero para su saneamiento y no supondrá un recorte o medidas especiales salvo para el sector bancario. Este rescate será provisto por el fondo especial del Eurogrupo y contará, además, con el control del Fondo Monetario Internacional. Hasta ahí, lo oficial. Ahora toca decir la verdad.
Rescate o préstamo

Según el ministro De Guindos, estamos ante un préstamo. La diferencia entre un rescate y un préstamo no está perfectamente definida pero entendemos que lo que De Guindos pretende es poner la situación de España lejos, en el imaginario colectivo, del caso griego o portugués. Es decir, el peso que la condicionalidad tiene en la operación -esto es, las condiciones que se ponen para que se pueda obtener el préstamo (recortes, subidas de impuestos, etc.)- es más reducido en un préstamo que en un rescate. Según De Guindos sólo afectarán, los recortes o ajustes, al sistema financiero pues es el sistema financiero -y no el Estado- el que ha provocado este rescate. Sin embargo, estamos en sentido estricto ante un préstamo, un préstamo que genera intereses (que, por cierto, están por concretar) y que pesan sobre la deuda pública (pues el préstamo es oficialmente deuda pública). Por tanto, a causa del préstamo, los intereses (que por bajos que sean suponen intereses sobre 100.000 millones de euros) inflarán la deuda pública, haciendo ahora que sí sea el Estado quien provoque un futuro rescate al absorber los problemas privados vía intereses de la deuda.
De hecho, el Eurogrupo en su comunicado deja bien claro que estamos ante un rescate ya que los recortes y ajustes no sólo afectarán al sistema financiero pues, textualmente, indican: “El Eurogrupo confía en que España cumplirá sus compromisos en virtud del procedimiento de déficit excesivo y con respecto a las reformas estructurales, con el fin de corregir los desequilibrios macroeconómicos en el marco del semestre europeo. El progreso en estas áreas serán cercana y regularmente revisados también en paralelo con la asistencia financiera.”. Es decir, el Eurogrupo -quien concede el préstamo- plantea que España actuará también sobre “reformas estructurales” además de sobre el sistema financiero.
Por tanto, diga lo que diga De Guindos, estamos ante un rescate como el griego o el portugués.
Deuda ¿pública?

Es claro que el rescate de 100.000 millones será asumido como deuda pública. Este dinero, será usado para tapar los agujeros de las entidades privadas de diferentes formas (avales, préstamos, etc.). Se supone, y es una suposición, que las entidades financieras deberían devolver el nominal (el préstamo sin intereses) al Estado. ¿Pero qué hay de los intereses? Será el Estado el que los asuma. El Estado pagará en nombre de todos y todas pero para el beneficio de unos pocos los intereses que ningún bien hacen al ciudadano y ciudadana de a pie. Esos intereses, como decíamos más arriba, serán los causantes de un futuro rescate más profundo aún.
Pero al hilo de esto podríamos aprovechar para echar una mirada a los datos que provee la Comisión Europea acerca de las ayudas que los Estados han dado a la banca desde el inicio de la crisis. Según la Comisión, España gastó desde 2008 hasta 2011 un total de 336.960 millones de euros en ayudas a los bancos. Un 31,7% del PIB de 2010. Aproximadamente la deuda pública entre 2008 y 2011 ascendió a una cuantía similar. Es decir, la deuda pública por la que seremos intervenidos próximamente no es pública. No se debe a gasto educativo, sanitario o incluso militar. No. Es gasto puramente privado absorbido por el Estado tanto en la legislatura del PSOE como en la del PP. Estamos asistiendo al rescate del Titanic donde las primeras clases, aquellos que desafiaron al capitán a acelerar los motores, salen en botes rescatados a costa de las clases populares que ven cómo sus sueños se hunden. Cómo miles de personas son desahuciadas, desamparadas por un Estado preocupado por aquellos que ordenan las mismas ejecuciones hipotecarias. El comité ejecutivo de la clase dominante se ha venido quitando en estos últimos años el disfraz del pacto social con un descaro que apabulla.
Rescate constitucional
No obstante, para afirmar aún más nuestra creencia en que este primer rescate sólo es el pistoletazo de salida que nos llevará a un segundo rescate más duro aún o que, como mínimo, supondrá medidas de profundo retroceso en derechos sociales, traemos la reciente reforma constitucional aprobada por el PP y el PSOE donde se deja bien claro cuáles son las prioridades del Estado en materia presupuestaria.
Articulo 135 de la (nueva) Constitución Española: “Los créditos para satisfacer los intereses y el capital de la deuda pública de las Administraciones se entenderán siempre incluidos en el estado de gastos de sus presupuestos y su pago gozará de prioridad absoluta”.
Es decir, que si no era necesario que la Constitución obligase para priorizar el gasto -véanse los recortes en educación y sanidad la misma semana que el rescate de Bankia-, con su transformación en deuda pública, el gobierno tiene la coartada perfecta para aumentar y profundizar la agenda de recortes. No pueden negar ahora que cuando Guindos hablaba de préstamo -y los titulares de los periódicos de hoy se jactaban de “buen préstamo”- lo que realmente hacían era reírse de todos nosotros y nosotras.
El panorama se muestra sombrío y sólo la organización y la lucha puede albergar la esperanza de abrir un rayo de revolución en el horizonte.

EL PREMIO NOBEL DE ECONOMIA JOSEPH STIGLITZ CREE QUE EL RESCATE FINANCIERO A ESPAÑA NO FUNCIONARA

Según argumenta el Nobel, si los bancos son los principales compradores de deuda soberana, el Gobierno podría verse obligado a pedir ayuda a los mismos bancos a los que ahora inyecta dinero para sanearlos con los fondos de rescate europeos.



"Si el Gobierno español rescata a los bancos y la banca rescata al Gobierno, el sistema se convierte en una economía vudú. No está funcionando y no funcionará", señaló con rotundidad el economista en una entrevista realizada el viernes por Reuters, un día antes que el Eurogrupo hiciera efectivo el rescate a la banca española por un montante de hasta 100.000 millones de euros.



Stiglitz es de la opinión de que la prioridad de Bruselas debería ser la de crear una autoridad bancaria común para toda la zona euro. Si no, no se podrán impulsar políticas que impulsen de nuevo el crecimiento económico, asegura el economista, que fue asesor económico del Gobierno de Bill Clinton, y conocido por sus críticas a las medidas de austeridad impulsadas por Angela Merkel.




El rescate podría engordar en un 10% la deuda pública, lo que podría complicar al Gobierno colocar bonos a un precio razonable en los mercados financieros y como consecuencia, podría verse obligado a pedir ayuda a las mismas entidades financieras a las que ahora está ayudando, una situación en la que el país, además, está sometido a las duras condiciones de ajuste del déficit impuestas por el pacto fiscal.



De esta manera, el rescate bancario supondrá "abrir cortafuegos al mismo tiempo que estás alimentando el fuego con queroseno", en palabras de Stiglitz. "Lo que hay que hacer es encarar el problema subyacente, esto es, promover el crecimiento", afirma.

ESPAÑA RESCATADA, RAJOY DESAPARECIDO

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11 de junio del 2012.

Tras una semana de especulaciones, Eepaña ha sido finalmente rescatado. Después de una videoconferencia celebrada ayer entre el Eurogrupo y en la que también participó Christine Lagarde, directora gerente del FMI, los socios comunitarios decidieron inyectar un máximo de 100.000 millones de euros para recapitalizar el sistema bancario español. No se han facilitado datos sobre cuáles serán las condiciones bajo las que se imponga el rescate ni hasta dónde llega el agujero de las entidades financieras, pendientes todavía de las auditorías externas que realizan dos firmas privadas. Hasta finales de este mes no se conocerá el montante exacto de la ayuda.

Pese a la gravedad del contexto económico, el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, no compareció en público para dar explicaciones. En su lugar lo hizo su ministro de Economía, Luis de Guindos, quien llegó a asegurar que «no se trata de un rescate», sino de un «préstamo en mejores condiciones que en el mercado». En esta línea, el ministro aseguró que «lo que se ha hecho es pedir un préstamo para que las entidades sean más solventes y estén en condiciones de dar créditos a las pymes y a las familias. No hay más razón que esa, no estamos haciendo un favor a nadie, las condiciones se les van a imponer a los bancos».
Nada mas conocerse el rescate de España se sucedieron las reacciones políticas,pero también a traves de las redes sociales, donde empezaron a convocarae concentraciones de urgencia por toda España.

Por su parte, IU pidió la comparecencia de Rajoy y los medios de comunicación destacaron la ausencia de Rajoy en el dia del rescate. En la agenda de La Moncloa se señala que el Presidente estará hoy en el partido de España, lo que podría agitar aún mas el incendio social.

LOS MEN IN BLACK DESEMBARCAN EN RIGA, DUBLIN Y LISBOA

 11 de junio del 2012.

que se privatice el mar y el cielo,
que se privatice el agua y el aire,
que se privatice la justicia y la ley,
que se privatice la nube que pasa,
que se privatice el sueño sobre todo si es diurno y con los ojos abiertos.
Y, finalmente, para florón y remate de tanto privatizar,
privatícense los Estados,
entréguese de una vez por todas la explotación a empresas privadas mediante concurso internacional.
José Saramago, Cuadernos de Lanzarote

El Dorado del Mar Báltico

“Bastacon agacharse para recoger el dinero.” Al menos esa era la convicción sobre los países bálticos – Estonia, Letonia y Lituania – de East Capital, una importante firma de inversiones. Estamos en el año 2005. East Capital logra “rendimientos para ponerse celoso” durante el súper año 2003, ¡hasta el 62,9%! Un rendimiento de inversión por encima del 60%, eso es magia. “En los próximos años, el crecimiento aquí será uno de los más fuertes de la Unión Europea”, profetiza tranquilamente el jefe de East Capital. Y en todas partes se canta el mismo estribillo. Así lo resume un gran periódico financiero: “Los Estados bálticos son los mejores alumnos de la clase: pequeños, abiertos y liberales.”
Estos alumnos destacados, los “tigres bálticos”, logran entre 2000 y 2007 cifras de crecimiento de entre un 6 y un 10% anual, sobre todo después de unirse a la UE en 2004. Pero en 2008 el viento cambia de dirección. Durante las primeras ondas de choque de la crisis financiera, las economías de los países bálticos se desmoronan como un castillo de naipes. Se revelan como tigres de papel. En ninguna parte de la Unión Europea, la crisis ha sido tan fuerte y rápida. En Estonia, el PIB se redujo un 14% en un solo año, en Letonia el 18%, y el 18,5% en Lituania. Después de la caída del socialismo y la economía planificada, los tigres bálticos se han convertido en el escaparate del capitalismo. Todos los sueños neoliberales se realizaron: impuesto a tasa única, no hay impuestos sobre el capital, libre circulación de capitales, etc. Estos países pequeños se han convertido en el nuevo Eldorado. Cuando en la década de 1990 el capitalismo desembarcó en los países del Noreste, casi todo el dinero público pasó a manos del capital privado, dividido entre inversores occidentales y oligarcas locales, y reinvertido luego a elevadas tasas. Ya no quedaban grandes bancos nacionales. La mayoría de los préstamos fueron concedidos por bancos extranjeros. En Letonia, por ejemplo, la proporción de créditos en moneda extranjera – marcos alemanes, francos suizos, libras esterlinas y coronas suecas – fue incluso del 86,3% del total de créditos. En definitiva, la economía letona se volvió totalmente dependiente del crédito extranjero. Y todos los voceros del libre mercado gritaban y daban saltos de alegría por el nuevo milagro económico. Pero el dinero prestado no sirvió para invertir en capacidad de producción. Los países bálticos desarrollaron una burbuja inmobiliaria de proporciones irlandesas. Hasta el 80% de los préstamos se destinó al sector de la construcción. En comparación con 1995 la participación de la industria en la economía letona se redujo, en diez años, del 20,7% al 10,6%, Mientras que la proporción del sector inmobiliario y de la construcción creció de un 14,6% a un 26,5%. La producción fue sacrificada por el consumo especulativo impulsado por los créditos hipotecarios extranjeros. El déficit de la balanza comercial pulverizaba records de año en año, especialmente desde la entrada en la Unión Europea. En el caso de Letonia, por ejemplo, este déficit llegó al 24,3% en 2007.
La burbuja inmobiliaria desvió el dinero fuera del país, el interés de los préstamos fluyó hacia el extranjero, y el sector inmobiliario se mantuvo exento de impuestos. Riga introdujo un flat tax (un impuesto de tasa única, no progresivo) de sólo el 25% – una idea que Modrikamen Misael, presidente del Partido Popular en Bélgica, también ha tratado de “vender” en nuestro país – y el impuesto de sociedades cayó a un mínimo de apenas el 15%. La élite política desvalijó al país de sus recursos previstos para garantizar el desarrollo, la producción y la reconstrucción de la infraestructura pública, y dejó gobernar el país a los especuladores, creadores de burbujas financieras de todo tipo. La economía estimulada artificialmente se derrumba en 2008. Registra un récord mundial. Los precios de la vivienda disminuyeron un 65%. El desempleo se disparó por encima del 20% y alcanzó al 33% de los jóvenes. El número de nacimientos se redujo a un mínimo histórico. Los letones abandonan su país en masa. Una décima parte de los 2,5 millones de letones parten en esta “migración de la desesperación”, se van al extranjero en busca de un trabajo y condiciones de vida dignas. Las remesas de los trabajadores migrantes se han convertido en una importante fuente de ingresos para el país. Un fenómeno digno del Tercer Mundo. “La economía de nuestro país está clínicamente muerta”, afirmó Ilmers Rimsevics,el entonces presidente del Banco Central de Letonia.
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Tras el colapso, Letonia perdió inmediatamente el acceso a los mercados financieros. El país tuvo que llamar a la puerta del FMI y la Unión Europea. Acto seguido le fue concedido un “plan de supervivencia” de alrededor de 7.500 millones. Sin embargo, estaba sujeto a estrictas condiciones. Letonia fue uno de los primeros países en ser colocados bajo la tutela de la Comisión Europea y el FMI. Bien lejos Bruselas experimentaron medidas que, después, aplicarían también a Irlanda, Grecia y Portugal.
El autor alemán Andreas Wehr, escribe: “Bruselas dicta lo que debe hacerse en Riga. Si Riga no obedece, se detiene inmediatamente el pago de una parte de los créditos de emergencia. De manera que en junio de 2009, doscientos millones de euros fueron paralizados porque el celo con que se tomaban las medidas de restricción parecía debilitarse. Sólo cuando los salarios en los servicios públicos, a pesar de que ya habían caído un 15% en enero, se redujeron nuevamente en un 20%, cuando el IVA pasa del 18% al 21%, y las pensiones, ya nimias, se amputan en un 10%, cuando se redujeron drásticamente los presupuestos educación y salud, sólo entonces la Comisión Europea y el FMI, en su infinita misericordia, desbloquearon la cantidad esperada.”
Y mientras que los ricos de Letonia siguen cosechando salarios dignos de la realeza y bonificaciones asombrosas, mientras que los pensionistas deben sobrevivir con 150 euros al mes, y los maestros con 375 euros, una nueva ola de restricciones irrumpe de nuevo en 2010. Entre otras joyas, se  cierran la mitad de los hospitales del país. En el sector privado, los salarios disminuyeron considerablemente. Descensos del 50% no son infrecuentes en Letonia, mientras que el nivel de precios es casi tan alto como en Bélgica. El Gobierno letón ha acentuado aún más esta política de empobrecimiento al pasar el salario mínimo de 180 a 140 lats, es decir, unos 100 euros al mes.
“El cerdo capitalista está de vuelta en Riga”: en un cartel frente al Parlamento de Letonia, el mamífero rosado observa la avenida principal de la capital, sujetando al suelo con tenacidad entre las 4 patas un cofre lleno con dinero de los trabajadores. Al lado, los desempleados agrupados bajo pesados abrigos cálidos alrededor de un brasero. “Hace sólo dos años, esta demostración de clichés anticapitalistas no hubiera sido posible”, escribe el periódico británico The Independent.
En enero de 2010, conocí a Alfred Rubik, el presidente del Partido Socialista de Letonia, en el Centro Internacional de Bruselas. Es un hombre agradable, alegre, modesto, y muy experimentado. Rubik también es diputado en el Parlamento Europeo. Entre 1984 y 1990 fue alcalde de Riga. Al continuar defendiendo el socialismo como proyecto de sociedad, fue encarcelado entre 1991 y 1996. La prensa occidental llamó a su partido “partido ruso”, porque se opone a la discriminación de la importante minoría de habla rusa de su país – miles de personas que sencillamente carecen de ciudadanía, derecho al voto, o acceso a la propiedad.
“El gobierno quiere apagar el fuego de la crisis con gasolina, dice Alfred Rubik. ¡Las pensiones de los asalariados disminuyeron un 70%! Intervine al respecto en el Parlamento europeo. Al acabar, un diputado vino a mí: “los intérpretes obviamente han cometido un error. Usted habló de un 70%, ¿Aunque obviamente eso no es posible verdad?” Pero no fue un error de traducción. Y el presupuesto de educación se redujo en un 40%. En Letonia, ya han cerrado cincuenta y dos escuelas. En Riga, querían suprimir treinta, pero hemos sido capaces de limitar la pérdida a diez. Después de cada período vacacional, los niños preguntan si todavía pueden volver. Y en las clínicas, lo mismo…”
Con total serenidad, el Partido Socialista continúa su trabajo sobre el terreno: organizar, movilizar y crear conciencia. El 17 de septiembre 2011, ganó una victoria electoral contundente a la cabeza de la coalición de izquierdas “Centro de unidad”. El Centro de unidad obtuvo el 28% de los votos, y hasta el 40% en Riga. “Sin embargo, todavía estamos en el comienzo de un gran cambio y ese cambio sólo puede venir de la propia gente”, dice Alfred Rubik.

Los Men in black meten en vereda a Dublín

Irlanda se oculta lejos del continente. Hasta la década de 1980, esta verde isla de cuatro millones de habitantes todavía estaba impregnada con un resto de la Edad Media. Con la energía de la desesperación, la Iglesia católica trató de defender la fortaleza contra los ataques de los tiempos modernos. Pero cuando, a finales de 1980, el gobierno redujo el impuesto de sociedades al 12,5%, el turbo-capitalismo acudió a la isla celta. Las filiales irlandesas de las sociedades financieras internacionales se involucraron en aventuras llenas de riesgos financieros. Se beneficiaron ampliamente de las ventajas de Irlanda. El sector inmobiliario, los préstamos, las ganancias de los bancos, la corrupción, los beneficios fiscales, las manipulaciones de todo tipo: todo bullía… Casi nadie estaba pendiente de la isla de Tom Pouce, y el gobierno menos incluso. Dublín se había convertido en la meca del neoliberalismo.
Mientras tanto, el sector de la construcción se vio impulsado por la inyección de préstamos baratos. Cinco años más tarde, el sector representaba una quinta parte del total de la economía. En la católica isla ya hay más grúas que capillas. En su punto álgido, los precios de los inmuebles en Dublín superaron a los de Londres. Los préstamos, y por lo tanto la deuda, rebosaban, y los medios de comunicación lo equiparaban a la prosperidad. El economista Morgan Kelly, escribió un sorprendente informe en el que analizaba las burbujas inmobiliarias a lo largo de la historia. Parecía que el caso irlandés coincidía con todos los criterios de una burbuja. Pero el primer ministro del momento criticó a Kelly, y a la gente como él, tratándolos “gruñones que repiten los mismos estribillos, mientras permanecen sentados en sus sillas.” Y concluye: “No entiendo porqué estas personas no se suicidan.”
Irlanda se había convertido en un casino, en un paraíso para los tiburones inmobiliarios. Hasta que la burbuja inmobiliaria estalló con estrépito, en 2008, y las tasas de interés se dispararon. Como la gente no podía pagar sus préstamos, los bancos también se vieron en dificultades. El gobierno irlandés tuvo que nacionalizar gran parte de la deuda, mediante la inyección de 50.000 millones de dólares en el sector bancario, lo que representaba casi un tercio del ingreso nacional. Y acto seguido, el mercado, inflexible, dejó derrumbarse los precios de las viviendas. Las orgullosas grúas se convirtieron en fantasmas, casi tres mil obras de construcción fueron abandonadas, la mayoría de las casas quedaron vacías o a medio construir. Son decenas de miles de pisos, en los alrededores de las ciudades y pueblos.
Así se desarrolló la tragedia irlandesa, que hizo caer la renta nacional un 17% en tres años, el mayor descenso en un país occidental desde la crisis de los años 1930.
“Crecimiento intenso”, “Asombrosa historia de éxito”, “¡increíble!”: los liberales de la nueva y la vieja escuela elogiaron el modelo irlandés durante años. Según los principales líderes del FMI, Irlanda era el verdadero ejemplo a seguir por otros países. En 2004, elogiaban “los rendimientos notables y constantes de la economía irlandesa. Dan una gran y útil lección a todos”]. El think tank liberal WorkForAll hablaba en 2007 de “éxito sin precedentes de la alternativa irlandesa, basada en la baja presión fiscal y la flat tax (tarifa impositiva única, no progresiva). El modelo irlandés también es realista y aplicable en Bélgica. ¿A qué estamos esperando?”
¿Y la tragedia irlandesa? Entre 2008 y mediados de 2010, se aplicaron tres olas de austeridad, 14.500 millones de euros. En promedio cada familia irlandesa perdió la mitad de sus activos financieros y sus ingresos bajaron un 7%.
Durante todo este descenso, los ministros en Dublín prometieron a la población que la situación mejoraría, que la “pesadilla” nacional pronto pertenecería al pasado. “Estamos finalizando este período”, aseguró el Ministro de Hacienda. Pero, en otro foro, lejos de su discurso público, el hombre sacó pecho: “Nuestros socios europeos están impresionados por nuestra capacidad para soportar el dolor. En Francia, ya habría habido disturbios.” El país fue un modelo de nuevo, pero ahora como campeón de la resistencia para hacer frente a los planes de ahorro. En todas partes, los vendedores políticos de fatalismo y los predicadores de resignación se llenaron de alegría cuando se refirió a la capacidad de Irlanda para soportar las dificultades. El Financial Times escribió que el Ministro de Hacienda británico llamaba por teléfono frecuentemente a Dublín para saber cómo lograba la coalición de gobierno de Irlanda cortar con motosierra el gasto público sin suscitar agitación social como en Grecia.
Mientras tanto, la economía irlandesa continúa su descenso a los infiernos. Una cuarta parte de las familias que luchan con atrasos en los pagos y por lo menos la mitad son incapaces de hacer frente a un gasto inesperado de mil euros. Que el número de desempleados que recibe un subsidio por desempleo no llegue aún al medio millón en gran parte es debido al nuevo éxodo hacia el extranjero: cerca de seis mil personas al mes.
La siguiente escena muestra que, en la tragedia irlandesa, la resignación no resuelve nada, y que a quien tiene miedo se le impone algo aún peor. Porque después de tres olas de austeridad a finales de 2010, la tasa de interés de los bonos irlandeses llegaba al 9%. Los despiadados mercados pusieron sobre los hombros de dos generaciones de irlandeses unas tasas de usura impagables. El gobierno irlandés tuvo que llamar a las puertas de la Comisión Europea y, el 17 de noviembre de 2010, aterrizan en Dublín los Men in black, como los denomina la prensa local. Los expertos de la troika de la Comisión, el BCE y el FMI se negaron a revelar su identidad. El portavoz de la Unión Europea para Asuntos Económicos, Amadeu Tardio, sólo quiso revelar que eran “más de dos pero menos de diez”, y agregó que “estas personas no dan conferencias de prensa”.
Los anónimos Men in black tomaron el timón de la economía de un país soberano. Sin un solo instante de consulta, pusieron en marcha una nueva y despiadada ola de austeridad y lo llamaron “rescate”. Fue un caso de chantaje puro y simple. Sin un chaleco salvavidas de casi cien mil millones de euros, todo se vendría abajo. La ayuda debía servir entre otras cosas para ayudar a pagar los préstamos exorbitantes a los bancos extranjeros y recapitalizar a los bancos irlandeses. Pero primero era necesario que el Parlamento irlandés aprobase nuevas medidas de ahorro. Sólo la mitad de los parlamentarios se inclinó. “Un plan bárbaro”, resumía un periódico irlandés. Los hogares ordinarios de nuevo tendrían que poner 3.000 euros: impuestos sobre los ingresos más altos, incremento del precio de la energía, aumento en los gastos de escolaridad para los estudiantes, bajada de las pensiones, asignaciones familiares y salarios. Sin embargo, el impuesto sobre los beneficios de las empresas, se mantuvo en el 12,5%. Y los 139 mil millones que los irlandeses debían los bancos alemanes se garantizaron, así como los 149 mil millones adeudados a los bancos británicos.
Michael Finnigan, del Worker´s Party of Ireland (Partido de los Trabajadores de Irlanda), me señalaría más tarde, en Bruselas, cómo es increíble constatar que aunque el salario mínimo por hora se ha reducido un euro, el impuesto de sociedades, sin embargo, no ha aumentado ni un solo céntimo.
“Ese es el mayor escándalo. Cuando por fin nos independizamos de Gran Bretaña tras siglos, nosotros mismos podríamos haber manejado nuestros asuntos. Pero ahora debemos renunciar a nuestra soberanía”, escribía el Irish Times, cuando, el 17 de noviembre, estos “hombres negro” ponen el pie en la pista de Dublín. “El objetivo político de Europa fue puesto un poco en segundo plano porque el proyecto era demasiado complicado para llevarlo a cabo cuando se introdujo la moneda única”, señaló The Wall Street Journal ese día. El diario narra que la vigilancia se mantiene no sólo sobre los presupuestos, sino también sobre todos los demás aspectos de la economía de los países de la zona del euro: “Esto se asemeja a la conducta de un gobierno. Y, por tanto, es probable que se trate un gobierno.” Los “Hombres de Negro “, serían, por tanto, la avanzadilla de un gobierno económico europeo.
Diez días después de la llegada de los Men in black, el 27 de noviembre de 2010, cien mil irlandeses salen a las calles para protestar contra los nuevos planes de austeridad y la injusticia del ahorro.
Durante la manifestación en Dublín, Ian, un joven trabajador interino, cuenta: “Me han despedido dos veces. Ahora soy interino, pero pedí una visa para Australia. Sencillamente no puedo quedarme aquí. Emocionalmente, no podría soportar un tercer despido. Es cierto, somos una democracia, elegimos a esa gente. Pero al fin y al cabo, uno se siente como bajo una dictadura. Nos quitan todo de las manos.”
Los trabajadores pierden sus puestos de trabajo. Los campesinos pierden sus tierras. Los comerciantes pierden su tienda. Las familias pierden sus casas. Los niños pierden su juventud. Los jóvenes pierden todo deseo de creer en algo. Las personas mayores pierden su pensión. Pero, “¡la vida es una lotería!” contestan los ganadores.

Los Soprano, la versión portuguesa de los Men in black

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4 de marzo de 2011. El show-business portugués tenía la esperanza de enviar una insípida canción de amor al Festival de Eurovisión. Pero no contaban con Facebook y Twitter. Tras una llamada en estas redes, se produjo un voto masivo por Homens da Luta, “hombres de lucha.” La canción se llama Luta e alegria (la alegría y la lucha), un mensaje político a la dirección de los mercados financieros que saquean al país. Para disgusto de la mayor parte del establishment portugués, Homens da Luta gana la preselección. En mayo de 2011, Europa escucha el mensaje de que “la lucha trae alegría”, como canta su intérprete.Se muy bien que algunos portugueses no tararean Luta é Alegría. Especialmente el dudoso magnate de corcho Américo Amorim, el hombre más rico del país, gracias a los millones alcornoques descortezados en la pobre pero romántica región de Alentejo. O los magnates de supermercados dos Santos y de Azevedo. Las familias Amorim, Azevedo y dos Santos poseen, entre las tres, una fortuna de unos 6.000 millones de euros bien apilados.

Igual que no podemos hablar “de los” griegos, tampoco podemos hacerlo “de los” portugueses. Hay un pequeño círculo de multimillonarios, por un lado, y una inmensa mayoría de población activa, por el otro. Son dos mundos bien distintos: el centenar de portugueses más ricos vieron como aumentaban sus fortunas en un tercio en 2010, mientras que la gran mayoría se apretaba el cinturón.
En revancha, quien canta felizmente Luta é Alegria es Rui Paixão, secretario sindical en Lisboa y miembro del PCP, el Partido Comunista Portugués. Unas pocas semanas después de la selección de la canción, el sábado 26 de marzo 2011, Rui Paixão llega a nuestro país por invitación del PTB. Ese día, en la VUB (Universidad de Bruselas de habla holandesa), nuestro partido organiza una conferencia nacional sobre la crisis. Rui Paixão declara: “Hemos tenido tres programas de austeridad. Ahora dicen que es necesario un cuarto para calmar a los mercados. Pero el mercado – es decir, los grandes bancos – no pueden apaciguarse nunca. ¡Es imposible dar de comer hierba a un león! Siempre será carnívoro.” Es cierto. En Irlanda tres olas de austeridad no fueron suficientes para saciar a los mercados. En el país del fado tampoco.
Cuando Rui Paixão visitaba Bruselas, el gobierno de Lisboa ya había saqueado la despensa. El IVA aumenta, haciendo que el precio del pan y la energía – entre otros – se disparan. Los sueldos de los funcionarios se congelan y el salario mínimo se reduce al nivel más bajo de la zona del euro: 420 euros. En noviembre de 2010, tres millones de portugueses salen a las calles a protestar, más de tres cuartas partes de la mano de obra, en “la mayor huelga que jamás se haya visto.” Puertos y aeropuertos bloqueados, escuelas cerradas, los trenes y autobuses se quedaron en las estaciones, las empresas y los bancos estaban desiertos y las tiendas estaban cerradas. Pero, de todos modos, el primer ministro socialdemócrata José Sócrates quiere imponer una cuarta ronda de restricciones para “calmar a los mercados”. A inicios de marzo de 2011, 300.000 portugueses vuelven a bajar de nuevo a las calles. Y el 24 de marzo, dos días antes de nuestra conferencia nacional, el primer ministro Sócrates da marcha atrás: la gran mayoría de los parlamentarios rechazaron el nuevo plan. Sócrates no puede hacer otra cosa que dimitir.
Dos semanas más tarde, el 6 de abril de 2011, el primer ministro portugués llama a las puertas de la Unión Europea, con el rabo entre las piernas. Las agencias de calificación han reducido los bonos del gobierno a cenizas, por lo que ahora es imposible obtener préstamos a tasas de interés soportables. La Troika (Comisión Europea, BCE, FMI) quiere dar un nuevo préstamo a Portugal, sujeto a estrictas condiciones. En The Guardian el cronista Michael Burke compara esta ayuda de emergencia con el método de “Tony Soprano”, evocando la famosa serie de televisión sobre la vida cotidiana de una familia mafiosa. En un episodio de Los Soprano, el estafador y jefe de la mafia Tony Soprano le explica a un pequeño jugador por qué se le permite participar en un juego cuyo reto es tal envergadura que sólo podrá salir desplumado. “Yo sabía que nunca podrías pagar, pero tu esposa tiene una tienda de deportes que funciona bien”, explica Soprano, después de haber saqueado el comercio y dejado en la ruina a sus dueños. Michael Burke continúa: “la serie Los Sopranos también se emite en Portugal. Desde que la economía portuguesa cayó en manos de la Comisión Europea y el FMI los telespectadores pueden hacerse una idea mucho mejor de su destino con la serie que con los telediarios de la mayoría de los otros medios de comunicación. Es como ser un rehén de la mafia, los irlandeses y griegos pueden confirmarlo.” Burke explica por qué esta ayuda de emergencia de Tony Soprano acerca a la quiebra a Portugal: de esta ayuda, el país no verá ni un solo céntimo. El dinero va directamente a los acreedores: los bancos europeos y los fondos especulativos americanos. “Se repite el mismo escenario que con el rescate bancario. Y esta vez a escala internacional.”
Una semana más tarde, el 12 de abril de 2011, los Men in black “Sopranos” de Europa, desembarcan en Lisboa, cinco meses después de su estancia en Dublín. Sus instrucciones son las mismas: se autorizará un préstamo si se aplica un cuarto plan de austeridad. No, no van a ir a buscar nada a la casa del “rey del corcho” Américo Amorim o a la de otros pobres multimillonarios. Sólo apuntan en la misma dirección del Primer Ministro Sócrates: los salarios y las prestaciones sociales de los portugueses.
¿Pero el Parlamento de Lisboa no había rechazado el plan el 23 de marzo? ¿y Sócrates no había dimitido? Según declaraciones de los Hombres de negro, ese no es su problema. Exigen que se alcance un acuerdo entre todas las partes sobre la austeridad antes de las elecciones del 5 de junio, incluyendo a los sindicatos. Los partidos portugueses tienen la opción de aceptarlo por “consenso” o “capitular.” El martes, 3 de mayo por la tarde, un mes antes de las elecciones, se presenta el nuevo programa de gobierno. Un programa ideado por los Men in black de la troika. Las elecciones de junio ya no tienen sentido.
El país del Oporto se convierte, después de Irlanda, en el campo de pruebas de una nueva “gobernanza económica” europea. Sabemos lo que significa. Nuevamente aumentan diferentes tasa de IVA. Los salarios y las pensiones se congelan hasta 2013. Los despidos en el sector público son enormes. Al igual que en Alemania, el derecho a las prestaciones por desempleo se limita a dieciocho meses. Los nuevos contratos de trabajo serán principalmente de duración limitada, con menos protección social. Las empresas pagarán menos costes sociales. Para reembolsar los cargos de los intereses de las ayudas de emergencia “a la soprano”, Portugal se ve obligada a vender parte de sus activos. Se encuentran en el punto de mira los ferrocarriles, los servicios postales, empresas públicas de energía, las compañías de seguros, los aeropuertos, la compañía aérea TAP y la red de autopistas. Las tarifas del transporte público aumentan considerablemente. En el servicio de salud, el paciente pagará más de su bolsillo. En 2012, el coste de la atención a la salud deberá disminuir un 30% y un año más tarde, un 20% adicional. Se elimina el reembolso de una serie de medicamentos.
Jerónimo de Sousa, secretario general del PCP, ve en ayuda de urgencia “a la salsa Soprano” un “pacto con el diablo” que profundiza aún más la brecha socio-económica dentro de Europa. “Mediante su propaganda, la Europa de dos o tres velocidades abandona definitivamente la cohesión socio-económica. Todo demuestra que la moneda única y las condiciones a las que está ligada acumulan degradaciones de todo tipo en un país como Portugal, confrontado a una recesión anunciada desde hace por lo menos tres años. Es ventajoso para países como Alemania, que tiene el mayor crecimiento de la Unión.”
Mientras tanto, la prensa mayoritaria alemana continúa con su campaña de denigración del sur de Europa. Bajo el título “Un país que produce demasiado poco y consume demasiado”, Der Spiegel publica a finales de julio de 2011, un dosier sobre Portugal. “El país ha vivido durante años por encima de sus posibilidades, ahora sufre el embate de la crisis”, dice la revista desde su introducción.
Pero, en Portugal, ¿quien vive por encima de sus posibilidades? Una cuarta parte de los niños crece en la pobreza. Un portugués de cada cinco vive con menos de 360 euros al mes, el umbral oficial de pobreza. 700.000 portugueses están oficialmente desempleados, pero si se tiene en cuenta a las personas que buscan trabajo fuera de las agencias de empleo o que trabajan sólo unas pocas horas, superamos el millón. Menos de la mitad tienen una prestación por desempleo. Una quinta parte de los estudiantes ha perdido el derecho a una beca.
Y a pesar del cuarto plan austeridad, los ansiosos mercados financieros se encarnizan de nuevo con Portugal. El 5 de julio de 2011, la agencia de calificación Moody ‘s rebaja la calificación y la reduce al nivel de un zombi. El gobierno espera una recesión del 2,3% del PIB en 2011 y del 1,7% en 2012.
El 13 de octubre 2011, el nuevo gobierno portugués anuncia un quinto plan de ahorro: se eliminan el 13o y 14o mes para todos los funcionarios. Los trabajadores del sector privado deben trabajar media hora más, gratis. La franja de IVA más elevada, que ya había aumentado al 23%, se aplicará a partir de ahora a toda una nueva gama de productos y servicios. Los días feriados pagados se van por la alcantarilla y, para muchos, la paga de vacaciones se reduce a la mitad. Todos los servicios públicos deben despedir de nuevo al 2% del personal y se realizan nuevos recortes en enseñanza y sanidad. Pero, de nuevo, no se impone casi ningún sacrificio a los millonarios.[18] Carvalho da Silva, Secretario General de la confederación sindical CGTP-IN, reacciona de manera combativa: “Esto va a agudizar la ira popular. Este plan no sirve a los intereses de los portugueses, si no al de los especuladores. Eso no va a hacer retroceder la deuda, y mucho menos a generar las circunstancias para remediar la situación. Si el gobierno quiere un duro enfrentamiento con los sindicatos, está en buen camino.” El 18 de octubre, la Asociación Nacional de Suboficiales indica que, “en caso de que deban “romper” una rebelión popular,” van a elegir el campo de los manifestantes. Un portavoz de los suboficiales dice que el ejército portugués tiene el deber de “proteger a la gente”, y no se puede esperar que sirva a las instituciones financieras privadas. Y repite: “Nadie tiene el derecho a pensar que el ejército puede ser utilizado para reprimir un movimiento popular.”
El impulso de la esperanza para poner fin a las convulsiones del pasado

Grecia, Letonia, Irlanda, Portugal… las semejanzas no faltan.

La línea común más llamativa es que a raíz de las crisis que afectan a estos países, las heridas de la injusticia están cada vez más abiertas. Las primeras víctimas son los beneficiarios de asistencia social, las mujeres, los inmigrantes y los pensionistas. Pero el resto de la población no está a salvo, especialmente aquellos que forman parte de la denominada clase media. También ellos descubren el amargo sabor de la pobreza. Al mismo tiempo, un pequeño grupo social se hace cada vez más rico: los armadores, los magnates del corcho, los especuladores, los coleccionistas de bonificaciones, los banqueros. El fraude fiscal masivo de esta élite queda impune. Es un mito que “todos” los griegos, bálticos, irlandeses y portugueses deban recortar gastos. En todos estos países, hay ganadores de la crisis, y las cifras de beneficios que acaparan tienen más de seis ceros. Vivimos en un refugio de bandidos y ni usted ni yo somos los bandidos, escribió un amigo columnista. Tiene razón. Estamos viviendo el mayor atraco a mano armada de la época contemporánea. Incluso el sheriff de Nottingham, gran defensor de los ricos y del orden establecido, estaría avergonzado. Robar al hombre y a la mujer común y dárselo a los ricos. Nunca antes hubo tantos millonarios en Europa, pero los comedores populares nunca estuvieron tan repletos.
En todos estos países, las familias políticas tradicionales cantan al unísono: “no hay alternativa”. Los gobiernos de Atenas, Dublín, Riga y Lisboa son igualmente responsables del desastre: tanto el actual gobierno de derechas irlandés y portugués como los gabinetes socialdemócratas que durante años detentaron el poder en Grecia y Portugal. Desde Dublín hasta Atenas, pasando por Berlín: ningún empleo, ningún salario está a salvo. La edad de jubilación sube a los 67 años, el IVA, el impuesto más injusto de todos, aumenta, la educación y la atención médica es desmanteladas sistemáticamente. Y esta política recoge una asombrosa unanimidad entre todos los partidos políticos. Es el segundo paralelismo.
Tras lo cual vemos que los Men in black aplican las mismas recetas en Grecia, Irlanda y Portugal. “Las conocidas recetas del FMI, el BM y el Banco Central Europeo: reducción de sueldos y jubilaciones, despidos masivos de empleados públicos, remate de empresas estatales y desregulación de los mercados para atraer inversiones han surtido los mismos efectos padecidos por varios países de América Latina, notablemente la Argentina. Parecería que el curso de los acontecimientos en Grecia se encamina hacia un estrepitoso derrumbe como el que conocieran los argentinos en diciembre del 2001. Dejando de lado algunas obvias diferencias hay demasiadas semejanzas que abonan este pronóstico. El proyecto económico es el mismo, el neoliberalismo y sus políticas de shoc; los actores principales son los mismos”, escribe el politólogo argentino Atilio Boron. Es un robo de mundo del capital al mundo del trabajo. Cuando el polvo se asiente, veremos una serie de grupos de capital más poderosos que nunca, y una gran cantidad de gente se habrá arruinado. A menos que, en todas partes, éstos se pongan en movimiento para repeler los asaltos contra las cuerdas y lograr que la riqueza de la sociedad vaya a quienes la producen.
Otro paralelismo: en Atenas, Dublín, Riga y Lisboa, reina un clima de angustia particularmente manifiesto. Es un terreno peligroso, que llama al recurso a “coger las riendas con mano firme”. La angustia de los inmigrantes indocumentados, la soledad, el miedo a los disturbios, como en Londres. Angustia por las huelgas “que no hacen más que empeorar la situación”. La angustia por los provocadores de la policía. Angustia por el caos.
En el curso sobre “Cómo crearse enemigos útiles”, el gobierno del PASOK en Grecia ha extraído una lección muy particular. En Youtube, se puede ver un video donde un grupo de hombres saturados de testosterona, armados con barras de hierro, hablan en voz baja con la policía antidisturbios, el 28 y 29 de junio de 2011. Un poco más tarde, estas montañas de músculos con pasamontañas negro, se pasean barra en mano, como si no pasase nada, en el patio interior del Parlamento, acompañados por esa misma policía antidisturbios… El periodista Georges Aureropoulos, de la cadena pública ERT hizo públicas las imágenes. Se trataba de claros provocadores de la policía, destinados a mezclarse con la manifestación sindical del PAME. Con el objetivo de degenerar la acción y poner a los manifestantes contra de los jóvenes indignados que ocupaban pacíficamente la plaza Syntagma.
Criminalizar las acciones sindicales y excitar a los jóvenes contra los sindicalistas: me recuerda a lo que sucedió en las calles de Génova, donde participé en la gran manifestación contra el G8 en 2001. Afortunadamente, los organizadores de la manifestación del PAME en Atenas fueron lo suficientemente hábiles como para lograr derrotar ese intento. Pero la intención era clara. Cuanto más aumente la angustia más medidas excepcionales pueden tomar aquellos que están en el poder. Llegando incluso, si hace falta, al estado de sitio.
Plantar la semilla del odio es otro paralelismo. Las élites de estos países la siembran al azar. La campaña para desacreditar la supuesta pereza de los funcionarios públicos, esos “burócratas haraganes”, cómodamente sentados en sus oficinas. La estigmatización de la pretendida pereza de los desempleados, que corrompen la economía. La denigración de los baby boomers de mayo del 68 que hicieron que todo saliese mal. Se desacredita a todo el que se oponga jugando con sus intereses particulares. Sectores fuertes contra sectores débiles. Trabajadores contra campesinos. Empleados temporales contra fijos. Asalariados contra independientes. Y sobre todo jóvenes contra personas mayores, presentando la crisis como un conflicto de generaciones.
Divide et impera, divide y vencerás. Impedir a toda costa el nacimiento de un gran frente social, que pueda requerir a los responsables de la crisis el pago de la factura y que la sociedad se base en el respeto por el trabajo en lugar de la explotación pura y dura. Porque aunque no podemos predecir el futuro, tenemos el derecho incuestionable de expresar cómo lo queremos.
El último paralelo – y el más importante – es la esperanza. Los intentos de salvar el sistema capitalista para la gloria de accionistas, especuladores y banqueros, es un espasmo del pasado. “Europa está viviendo un proceso de malestar social que en los próximos años se va a radicalizar. Si, en este proceso, no se desarrolla ningún movimiento de la esperanza, nos enfrentaremos a una tormenta de odio. Por eso la confrontación entre la cultura de la esperanza y la de la nostalgia destructiva probablemente sea la tendencia más importante en esta ola de cambios”, predice el sociólogo español Manuel Castells en el documental Metamorfosis de una crisis. Y ese movimiento de la esperanza crece día a día. El más fuerte y más organizado tiene lugar en Grecia, donde cientos de miles de personas deciden actuar por sí mismos – junto con otros – en los barrios y en las empresas: para hablar, organizar programas de acción y construir la contraofensiva. Pero también en Portugal, donde sindicalistas decididos informan y asisten con sus hijos a las acciones, y donde, inversamente, los jóvenes sin perspectivas de futuro movilizan a padres y abuelos. En todos los sitios, la gente se inspira en la inventiva del movimiento de los ocupantes de Wall Street, somos el 99%, We are the 99%, y por la enorme pancarta en la acrópolis del KKE: “Peoples of Europe: Rise Up!, “¡Pueblos de Europa, levantaos!